Por: Roberto Garrone

En vísperas que Argentina juegue una nueva final de la Copa del Mundo, sé, porque también habito esta nueva y maravillosa normalidad a las que nos zambulló el talento mágico de Messi, las corridas de Julián y las manos de Dibu Martínez, que por estas horas no hay nada más importante, no existe nada más que el partido con Francia.

Pero en la otra realidad paralela pasan cosas y hay que tratar de dejarlas expuestas, aunque en este clima de euforia, locura y ansiedad, el mensaje sea devorado por la pasión que genera la Scaloneta.

Para la construcción y/o reparación de barcos se requiere de acero, el principal insumo del sector de la industria naval. El que se utiliza en argentina es el Grado A de 8 milímetros de espesor y que hasta no hace mucho no se fabricaba en el país.

Para acceder a la materia prima los talleres y astilleros se abastecen por dos caminos: importación directa desde China o comprando a revendedores locales quienes importan a laminadoras brasileñas.

La guerra en Europa, el atraso cambiario en Argentina y luego la restricción a las importaciones que aplicó el gobierno ante la anemia de reservas en el Banco Central, generaron un incremento sostenido en los precios del acero. De 900 dólares importada de China en el 2020 pasó a costar 2250 dólares en junio pasado.

La llegada de Massa y el torniquete para frenar la salida de dólares se agudizó. La salida para acceder al acero fue comprarlo a valor dólar MEP. La brecha cambiaria con el oficial duplicaron los precios. Los revendedores comenzaron a ofrecer la chapa naval a casi 4 mil dólares la tonelada.

Estos cambios en el valor de un insumo básico impactan en la industria naval marplatense donde los principales astilleros han invertido cifras millonarias en la ampliación de infraestructura instalada, incorporado nuevas maquinarias y ampliado la nómina de personal para atender la incipiente renovación de la flota pesquera, principalmente la vinculada con la pesquería de langostino.

El gobierno le muestra dos caras al sector. La que se compromete a no dejar que se importen barcos usados para reemplazar viejas unidades ya desafectadas por los años de uso, y la que incluyó al acero naval de Laminados Industriales (LISA) al régimen de licencias no automáticas.

En junio pasado LISA certificó sus instalaciones para producir acero naval de más de 8 mm de espesor en su planta de Esperanza, Santa Fe. Incluso la visitó Alberto Fernández y el anuncio fue recibido con entusiasmo por el sector.

Pero antes de haber hecho la primera partida, de fijar precio y de que la industria pueda verificar la calidad del producto, el gobierno pasó al acero naval al régimen de LNA. Luego hubo que hacer un acuerdo para que Ternium provea de acero naval a LISA para que ésta lamine el acero naval y lo comercialice a 1600 dólares la tonelada.

En astillero SPI están construyendo los tangoneros “Luiggi” y “Anita” para Solimeno. El primero debía estar terminado por estos días según habían confiado desde la empresa armadora pero hoy nadie apuesta una fecha de entrega. El segundo (foto) es una postal de la inactividad.

Un buque de construcción nacional, como los pesqueros que se están construyendo en gradas de SPI y Contessi, contiene en su costo un 35% de insumos importados. Pero no todos los insumos pueden ser importados por el Astillero de manera directa, ya que muchas veces lo hacen otros proveedores y navalpartistas a quienes el Astillero les adquiere localmente el producto final.

Esos proveedores o navalpartistas hoy se ven obligados a cotizar sus productos importados al dólar blue, MEP o contado con liqui, por no saber a qué cotización podrán reponer sus stocks. Hay casos extremos: empresas que están exigiendo depósitos en cajas de ahorro en dólares para entregar material.

Esta imposibilidad de conocer el real costo de construcción hace que nuevos contratos de obra se firmen abiertos. Lo reconoció el propio Domingo Contessi en la última botadura, del fresquero “José Luciano”.

En la nave industrial hace un mes se puso la quilla de un nuevo proyecto de construcción pero no avanzó un paso. Con la chapa disponible que les queda dosifican las tareas en obras más avanzadas. Es decir, se tornan más lentos e ineficientes.

Desde la FINA se reunieron semanas atrás con funcionarios de la Secretaría de Industria para pedirles que el acero naval vuelva a tener licencia automática de importación y que se habilite a los astilleros a girar anticipos para adquirir chapa a China y bajar los costos de producción.

A Germán Cervantes lo conocen como “Señor Dólar” o “Morenito”. Es el subsecretario de Política Externa y el más duro de convencer para abrir la llave de divisas. Para persuadirlo desde FINA también se comprometen a comprar un cupo de acero de LISA como muestra de apoyo al desarrollo de la industria nacional. Por ahora no hay caso y en el sector comienzan a racionalizar la chapa.

Además los industriales reunidos en la Federación de la Industria Naval Argentina pidieron que se habilite a los proveedores nacionales a girar divisas para importar acero de 6,35 mm y 8 mm para que puedan ofrecerlo exclusivamente a astilleros al precio histórico que tenía hasta el 2020.

Pocas novedades han tenido las solicitudes mientras siguen peregrinando por hacerse del vital insumo para no detener la rueda productiva y comenzar con las suspensiones de trabajadores. Lo que llegó fue poco alentador: demoras en la aprobación de las importaciones y diferimiento de los pagos para marzo del año que viene. Una peregrinación con carrera de obstáculos a cada paso.

La pesca es una industria que exportó por casi 2 mil millones de dólares el año pasado. Pero hoy no hay dólares para que las empresas puedan importar repuestos o piezas indispensables como motores, cajas, equipos electrónicos, guinches.

Se necesitan en barcos nuevos y en usados que están en reparaciones, parados en muelle, improductivos. Y que una vez en el agua no harán otra cosa que pescar, producir, exportar; en definitiva, generar divisas y alimentar las reservas del Banco Central. Parece claro de comprender pero algunos funcionarios no lo entienden.

Y que sea el mejor de los Domingos…. #VamosArgentinaCarajo


Ultimas noticias

Something went wrong. Please refresh the page and/or try again.

Participa en la conversación

1 comentario

Deja un comentario

Deja tu comentario