La Asociación de Embarcaciones de Pesca Costera y Fresquera fijará su posición frente a los proyectos de exploración petrolera que este 1 de julio serán tratados en una audiencia pública convocada por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación.
El gerente de la entidad, Sebastián Agliano, indicó que al igual que lo harán otras cámaras empresariales de todo el país, durante el encuentro planteará la inquietud de su sector frente a las consecuencias que esta nueva actividad podría provocar en la pesca.
“Sabemos que en todos los lugares del mundo donde se han admitido este tipo de explotaciones ha habido distintos efectos, algunos de ellos muy perjudiciales, para las comunidades pesqueras”, indicó.
Agliano subrayó que si bien el sector no se opone de manera terminante al desarrollo de esta nueva actividad, por lo pronto aspira a que se establezcan “reglas claras y muy estrictas” antes de que se otorgue cualquier tipo de autorización.
“La exploración y la explotación petrolera en el mar nunca son inocuas. Siempre generan impactos en el ecosistema. Cuando hablamos de ecosistema no sólo consideramos a la vida marina, sino que también nos referimos a las personas que dependen de ella”, subrayó.
Para la Asociación los proyectos en análisis tienen especial importancia, ya que algunos de ellos tienen como objetivo final la extracción de hidrocarburos frente a las costas de Mar del Plata.
Para Agliano, es claro que cualquier alteración que se produzca en el ambiente producto de la búsqueda o la extracción de petróleo podría tener una rápida y fuerte repercusión en la actividad de su flota. “Nosotros somos los armadores de la flota comercial más pequeña que opera en el Mar Argentino. Representamos a empresas familiares, que generan miles de puestos de trabajo de forma directa e indirecta, cuya subsistencia depende de que la pesca pueda continuar siendo ejercida de manera sustentable y respetando la biodiversidad”, sostuvo.
En este sentido subrayó que la pesca no solo se caracteriza por ser la principal actividad económica de ciudades como Mar del Plata, Puerto Deseado o Puerto Madryn, sino que también es la que define muchas de las relaciones sociales, identitarias y culturales dentro de esas comunidades. “Si las poblaciones de peces migran, se reducen o mueren, por lógica la subsistencia de las comunidades pesqueras y de todos los que dependen de ellas se hará inviable”, advirtió.
Agliano subrayó que el sector afronta este debate “con una enorme preocupación” y que se espera que todos los actores involucrados expongan sus posturas y compartan sus conocimientos al respecto para, entre otras cosas, definir medidas de mitigación y mecanismos de resarcimiento inmediatos frente al impacto y los daños que pudiera causar la actividad petrolera.
“La audiencia del próximo 1 de julio va a ser una oportunidad para escuchar las voces de todos los que tengan algo para decir al respecto. En experiencias internacionales, antes de tomar decisiones tan delicadas como esta, se han tenido en cuenta las opiniones de las empresas, las autoridades, la ciencia, los ambientalistas, así como de los sectores que podrían verse perjudicados, como pueden ser la pesca o el turismo. Por eso es importante que, para no tener que lamentar problemas en el futuro, este debate sea observado con atención por toda la comunidad”, destacó.