En un emotivo acto, Sporting le puso el nombre de Pablo Fernández a la cancha número 1 de la Villa Marista.
Fue un mediodía de sábado soleado, en el cual los familiares, amigos, excompañeros, conocidos del club y pibes de las Infantiles se juntaron para rendirle homenaje a “Pablito”, quien el 28 de agosto de 2004 sufrió una lesión cervical que lo dejó cuadripléjico y falleció a mediados de septiembre de este año.
Las primeras palabras, en un marco de mucha emoción y respeto, fueron del presidente del club, Agustín González Sueyro, quien de cara a la multitud de pequeños y pequeñas de rugby y hockey habló de Fernández y destacó su perseverancia y la constante superación de barreras a pesar de las dificultades. “Pablito” se recibió de diseñador gráfico y llevó adelante varios proyectos.
Después habló Juan Aizpún, un gran compañero de la camada 84, quien contó cuando Pablo lo levantaba de la cama casi siempre “a las puteadas” y reflejó el sentir del grupo de amigos al verlo superar adversidades. “Él nos enseñó que al menos hay que intentarlo todo”, dijo Aizpún, también emocionado.
Finalmente, juntando muchas fuerzas, Luján se levantó del sector donde estaban todos los familiares, que generalmente es el banco de suplentes local, y dijo: “el gordito nos mandó este maravilloso día desde el cielo, a él le encantaba el sol”. Además, agradeció “al club y a toda Mar del Plata en general, por la ayuda en estos 18 años”.
Después llegó el momento de descubrir la placa que estará muy cerca de la cancha, y en la que se puede leer una frase que decía Pablo y que marcó a todos: “Lo imposible está en la mente de los cómodos”.
Finalmente, Luján entregó la camiseta que usó Pablo el día del accidente, para que quede en el quincho de la Villa Marista. «En el hospital se la rompieron, pero no importa, yo quiero que aunque sea este pedazo, les quede a ustedes», dijo emocionada.