En una jornada marcada por la violencia y la intolerancia, la última sesión ordinaria del Honorable Concejo Deliberante de General Pueyrredon debió pasar a un cuarto intermedio debido a los incidentes ocurridos durante el debate en torno a la condena judicial de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Durante la cuestión previa, concejales opositores manifestaron su postura sobre el caso, y al momento de tomar la palabra un concejal del oficialismo, el recinto fue escenario de una serie de agresiones que impidieron la continuidad del debate.
Un grupo de militantes convocados por sectores kirchneristas interrumpió con gritos, insultos y el lanzamiento de objetos hacia las bancas del oficialismo, provocando un cuarto intermedio que se extendió por casi dos horas.
El bloque de concejales de la Unión Cívica Radical repudia enérgicamente los hechos de violencia ocurridos en el Concejo: la democracia se sustenta en la libre confrontación de ideas y en el respeto a la pluralidad de voces, no en la intimidación».
«Resulta inaceptable que un grupo de militantes organizados intente impedir el uso de la palabra mediante insultos y lanzamiento de objetos, ejerciendo una presión antidemocrática que agrede a nuestras instituciones y a la libertad de expresión. No hay causa legítima que justifique agredir a quienes participan de un recinto público: el diálogo debe darse siempre dentro de las normas y la civilidad», agregaron en un comunicado.
Desde la UCR consideraron paradójico que quienes acusan de “proscripción” pretendan después silenciar y
amedrentar a quienes piensan distinto. «Ese discurso pierde toda coherencia cuando se ejerce presión física para impedir el uso de la palabra».
“Es contradictorio expresar que una condena responde a un mal funcionamiento del Poder Judicial y, al mismo tiempo, interrumpir el funcionamiento de una sesión pública mediante una barra violenta que arrojó objetos e impidió el ejercicio libre de la palabra”, señalaron desde la UCR.
Tal como reflejaron medios locales, el “escándalo total en el Concejo Deliberante” es un hecho que no puede naturalizarse y que debe generar reflexión y acciones para resguardar el marco institucional y la sana convivencia política.
«Instamos a todos los sectores a recuperar el respeto institucional, y recordamos que las diferencias deben dirimirse en el marco de las normas y el diálogo, sin recurrir nunca a la violencia», finalizaron.