Francisco Senno, fundador de Humana Ciudad y ex candidato a intendente por el Humanismo realiza desde hace años una labor social, especialmente en el trabajo con la niñez y la adolescencia.

En plena cuarentena, redobla los esfuerzos para que muchas familias tengan su sustento diariamente

¿Cómo ves la situación de la cuarentena? ¿Cómo está la gente?

Es muy complejo para las familias que trabajan en el sector informal, los que changueaban, hoy no pueden hacerlo. Los que sobrevivían del basural que no pueden entrar. Los cuentapropistas, los artesanos que apenas están subsistiendo. Por algo cada vez más familias se acercan a los merenderos y comedores. Y a pesar de los anuncios, a pesar de los bolsones que se entregan en las escuelas, no se llega con todo a todos. Muchos están por fuera de todo eso, ni pueden acceder a una página de internet para anotarse al IFE (Ingreso Familiar de Emergencia). No olvidemos que nuestra ciudad está en el top de las ciudades de la desocupación. Así que ya de movida, venimos desde atrás.


Para el intendente Montenegro hay mucha gente boludeando. ¿Es tu percepción?

Yo diría que hay muchos funcionarios boludeando. Lo dije públicamente y lo repito. Creo que desde el sillón se habla fácilmente. Me parece que se pasa de rosca por construir un discursito para las cámaras. No se puede decir livianamente eso, cuando vemos todos los días familias enteras que no pueden llevar la cuarentena en los términos ideales. Cuando hay una familia numerosa en una pieza, es imposible. Cuando no tenés que comer, no te queda otra que salir. Cuando perteneces a la tercera edad, cuando hay un discapacitado en tu hogar, y tenés que salir. O hablas desde el desconocimiento o desde la insensibilidad.

¿Que proponen ustedes?
En su momento hicimos una propuesta que tenía que ver con convocar a las organizaciones sociales, y elaborar un plan en conjunto frente a lo que se veía venir que era la cuarentena. La idea era realizar capacitaciones, difundir información sobre los cuidados, etc, etc. No era sólo entregar comida. Era una idea mucho más integral. No es lo mismo hacer una cuarenta desde el cuidado, desde la información y hasta de la empatía de cuidarnos entre todos, a una cuarentena de la coerción. Pero no escuchan.
Hay acciones que me parecen rescatables. No es todo critica. Pero están descuidando lo social. Esperemos que no se les vaya de las manos. ¿Qué va a pasar si aparece un contagio en una villa, en un monoblock? ¿lo tienen planificado? Con un pan y una feta de fiambre no van a poder contener.

¿Cómo llevan ustedes su tarea?
-Básicamente, es gracias a la ayuda de la gente, personas que ya trabajaban con nosotros, y otras que se enteran de nuestra labor social. Pasamos a buscar las donaciones y las entregamos a medida que esos espacios, con los que ya trabajamos desde hace tiempo, nos van pidiendo. En algunos casos, también entregamos directamente a algunas familias que están muy necesitadas.

¿Del Estado no reciben nada?
-Nosotros no. Algunos de esos comedores, sí reciben, pero no todos. Unos reciben un poco del municipio, otros de provincia, otros de alguna iglesia o de grupo de voluntarios. Pero en lo que a nosotros respecta, no. Todo es gracias a la solidaridad de personas comunes, lo cual nos da libertad para manejarnos, pero también es una gran complicación, porque todo es a pulmón.

¿A cuántos comedores asisten?
Son de varios barrios: Libertad, Malvinas Argentinas, Newery, Las Heras, Hipódromo, San Jorge. Serán 6-7 lugares. Pero en realidad no los asistimos, suena muy grande esa palabra. Colaboramos en la medida de nuestras posibilidades y no pedimos nada a cambio. No hay especulación por las cosas que acercamos…

¿Cómo es eso?
Nosotros entablamos una relación más de amistad que de asistencialismo y apuntando a la reciprocidad. No plantamos bandera ni pedimos nada a cambio. Algunos conocen mi actividad partidaria y otros ni siquiera saben que fui candidato. Y lo veo fenómeno. En el 2001 estuve al frente de un comedor y sé lo que es que te chantajeen por unos fideos, así que trato de escaparle a eso. A lo sumo publicamos las entregas por una cuestión de que los que nos dan la mercadería sepan lo que hacemos y que llegan a buen destino. Pero observas una utilización política….Totalmente. Si no sos del palo, no te bajan nada. Y eso de por sí, es manipulación.

¿Y el futuro inmediato, como lo avizorás?
Hay mucha incertidumbre… No sabemos cuánto tiempo atravesaremos de esta forma la pandemia. Claramente, hasta que no accedamos a la vacuna, va a ser muy difícil. Lo que está claro, es que hay un antes y un después de esto. Y ojalá estemos a la altura de las circunstancias para reconstituir los lazos. Lo económico, es un tema, pero acá están en juego cosas mucho más profundas. Hay que profundizar en nuestro trato diario, en nuestras aspiraciones como sociedad. Creo que es una oportunidad para replantearnos varias cosas, en lo personal y en lo social.

Si algo podemos aprovechar de esta situación, es la oportunidad de ver que es lo verdaderamente importante para cada uno, porque en lo cotidiano a veces no podemos “parar la pelota”. Entonces los que podamos, los que tengamos la posibilidad de observar a nuestro alrededor y en nuestro interior, podemos hasta aprovechar esta circunstancia para ser mejores. Creo que es una excelente oportunidad para ser mejores y brindarnos a los que no la están pasando nada bien.


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