El presidente Alberto Fernández aseguró que «no» le «importa» el resultado de las elecciones de este año, sino que «no se contagie y muera más gente por la pandemia» de coronavirus, y cuestionó las «barrabasadas» que se plantean desde sectores de la oposición en relación a las medidas adoptadas para mitigar la segunda ola de la enfermedad.
«Si tengo que perder una elección por esto, la pierdo, pero quiero dormir en paz. Dicen que estoy haciendo esto para evitar las PASO. Por favor, ¡¿cómo alguien puede pensar semejante barrabasada?!», se preguntó el Presidente en diálogo con la FM Radio Con Vos, y disparó: «Hay que ser muy miserables para decir eso».
«Ayer leía a un imbécil que me llamaba dictador. ¿Cuál es la dictadura que ejerzo? ¿Cuidar a la gente?», se preguntó el mandatario y agregó: «Escucho otros imbéciles que dicen que los contagios son una solución política. ¡¿Alguien piensa que el que gobierna un país gana con la cantidad de contagiados?!».
En esa línea, continuó: «Hay que ser un imbécil profundo para decir esas cosas o una muy mala persona. Son un montón de dirigentes que dicen esas cosas. Lo dicen públicamente, dicen que estoy haciendo esto para evitar las PASO. ¡Por favor! ¡¿Cómo alguien puede pensar semejante barrabasada?!».
El Presidente agregó: «Cuando la historia se escriba, yo quiero que me pongan del lado de los que cuidaron a los argentinos. Si tengo que perder una elección por eso, la pierdo, pero me voy a dormir en paz».
Al referirse a las medidas que comenzarán a regir desde el primer minuto de mañana viernes para mitigar el avance de la segunda ola de coronavirus que ya llegó al país, Fernández dijo que está «haciendo todo» lo que lo deja «en paz» con su «conciencia» y añadió: «Después, que digan lo que quieran y que hablen con la brutalidad con la que hablan y mientan como mientan. A mí, a esta altura no me importa».
«No me importa el resultado de una elección, me importa que la gente deje de contagiarse y morirse en una pandemia que está en el mundo entero», indicó y concluyó: «Hay que ser muy miserable para inducir a la gente a creer esas cosas».
En tanto, sostuvo que le pareció «impactante» el comunicado de Juntos por el Cambio que se opuso a las nuevas medidas «antes de que fueran difundidas» y agregó: «Aún no habían salido y ya se oponían, todo porque las íbamos a dictar nosotros».
Por otra parte, resaltó que las decisiones fueron «tomadas con los gobernadores y con el jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta» con lo cual «no» siente que haya habido «diferencias» con el alcalde porteño.
«Creo que son medidas tomadas de buena fe», dijo el Presidente, y agregó que se hicieron «creyendo en la comprensión ciudadana».
«No siento que hayamos tenido diferencias en ese sentido (con Rodríguez Larreta); creo que nos pusimos de acuerdo. No sé si le gusta más o menos el cierre de tránsito a la noche pero lo que estamos viendo, y él lo compartió cuando hablo conmigo, es que la circulación nocturna, como convoca al vínculo social, tiene un efecto muy perjudicial a la hora de los contagios», añadió.
En esa línea, el Presidente agregó: «Traté de que estemos de acuerdo todos para que se cumpla. Necesito estar de acuerdo con los gobernadores».
En este punto, reiteró que con Rodríguez Larreta «estamos entendiendo las mismas cosas: que no hay que estar paveando por la calle después de las 12 de la noche».
Además, contó que el jefe de Gobierno porteño le «dijo que cerrar los restaurantes a las 22 podía generar un daño innecesario a la gastronomía y que él se comprometía a reducir el aforo en los restaurantes y a controlarlos, y propuso que solo se pueda comer al aire libre, que se iba a poner más exigente con los protocolos, y yo atendí a esos argumentos».
No obstante, agregó que «no existe el Estado que pueda estar por encima de la cotidianeidad del ciudadano» porque «no hay forma material de hacerlo», y remarcó que «hoy es mucho más importante el barbijo que el celular y hay que asumirlo así».
En tanto, Fernández insistió en que «los mayores contagios por coronavirus ocurren en el transporte público y los encuentros sociales» y pidió «evitar toda reunión social porque es donde ocurren los contagios». «No en las fábricas ni en las escuelas sino en el transporte público y las reuniones sociales», completó.
Al mismo tiempo, señaló a «las grandes colas de gente para hisoparse» como «una luz de esperanza de que los ciudadanos están entendiendo la gravedad» de la segunda ola de coronavirus y advirtió sobre el «dilema» que representa para todos los gobiernos que la sociedad «cumpla las restricciones».
Por otro lado, advirtió que, «si la cosa se pone peor y la gente no reacciona», tendrá que «hacer un pedido muy claro a los gobernadores».
«Vivimos en un país federal; por lo tanto, yo no dispongo del control de todo el país. Las medidas necesitan del acuerdo de los gobernadores para hacerlas cumplir si no no tengo posibilidad de que sean efectivas», insistió el mandatario.
Ante una consulta sobre las tarifas, remarcó que «cualquier modificación tendrá que tener en cuenta el contexto» y la «situación que están viviendo los argentinos y argentinas»; al tiempo que destacó que «no estamos viendo» la posibilidad de implementar nuevos ATP ni IFE «porque la actividad económica está funcionando a pleno».
Finalmente, destacó haber implementado una cuarentena temprana en el país durante el año pasado, cuando se desató la pandemia: «De la cuarentena no me arrepiento, ¡¿cómo me voy a arrepentir?!, creo que salvamos decenas de miles de vida por la cuarentena», dijo.
«Menos mal que la hice porque me dejaron un país sin hospitales, teníamos una gobernadora que se jactaba de que no hacían falta hospitales, teníamos un ministerio de Salud que había desaparecido, las vacunas estaban vencidas en la Aduana, y teníamos una Argentina donde le sarampión podía ser enfermedad», recordó. (Telam)