Sueños y proyectos que se habían programado por aquellos meses de febrero o marzo con la apertura de locales comerciales o desarrollos laborales se concretaron para un grupo de marplatenses durante la pandemia de coronavirus y lograron abrir sus emprendimientos a pesar del panorama generalizado de parálisis económica.
«Con mucho entusiasmo el martes 28 de julio, junto a mi esposo decidimos abrir, en plena cuarentena por el coronavirus, nuestro local de churros al que llamamos `Wicz´ por un mandato familiar», contó a Télam Ruth Justo, propietaria de este nuevo espacio gastronómico en Mar del Plata, ubicado en la calle Lamadrid y Gascón.
«Nunca hubiésemos imaginado que en plena pandemia podíamos tener nuestro propio emprendimiento, en el que fabricamos churros con una receta magistral que trajimos desde Málaga (España) con dulce de leche, roquefort, bañados en chocolate, rellenos con mermeladas y hasta la venta de café para acompañar estas exquisiteces», agregó.
Para Justo, «esto parece un sueño que se nos hizo realizad en el momento más difícil que atraviesa nuestro país. Pero no dudamos en apostar a que todo va a mejorar y que seremos reconocidos un producto de calidad en esta ciudad balnearia tan querida».
Vecinos, amigos y familiares «fueron los primeros en probar nuestros churros que tienen muy buena aceptación», agregó la emprendedora y contó a esta agencia que vende en promedio más de 50 docenas por día.
La mujer trabaja en conjunto con dos pasantes de la G «Hogar Palesta», que la ayudan a elaborar sus productos.
Por su parte, Mariana Milloni y Patricio Golato, inauguraron un coworking llamado «Bendito Pedro» en la calle Córdoba y Falucho, que ofrece cafetería en planta baja y salas con boxes en la planta alta para que arquitectos, diseñadores, publicistas, agencias de comunicación y consultoras tengan un espacio para hacer su trabajo al mejor estilo home office.
La apertura oficial fue el 20 de julio y Milloni señaló que la propuesta apunta a «quien quiera tener un espacio armonioso para trabajar y combinarlo con los budines artesanales, panes, tostados y el café, todo por una membrecía de 4 mil pesos mensuales».
«En Mar del Plata, solo existen tres emprendimientos como este, lo que se ha transformado en una opción innovadora para la ciudad, porque los profesionales tienen un espacio para hacer su trabajo y suman la posibilidad de intercambiar vínculos y proyectos», contó.
Millone consideró que «este proyecto parecía muy lejano, pero a pesar de la pandemia logramos abrirlo y hoy ya es un éxito. Nuestro lema es `Conectados con vos´ y la propuesta trata de unir marplatenses y que de este espacio surjan miles de emprendimientos más».
También durante la pandemia, recorriendo la ciudad y en plena calle comercial Güemes, Marcela Pereyra se animó a abrir «Friska» un local de venta de productos gourmet y alimentos saludables.
«Inauguramos esta segunda sucursal en Mar del Plata el sábado 25 de julio ya que esta calle tan conocida por los turistas y marplatenses no tenía un espacio donde comprar comida sana, un rico chocolate, almendras caramelizadas, bombones, nueces, productos dietéticos y hasta galletitas bajas en sodio», comentó Pereyra a Télam, mientras le coloca alcohol en gel a una clienta que acaba de entrar a comprar.
«Este lugar que nació en plena cuarentena por el coronavirus se transformará en el punto obligado de visita de todos los marplatenses y turistas que a diario recorren esta calle ya sea para comprarse indumentaria, disfrutar de un café o simplemente caminar viendo vidrieras», dijo con optimismo la propietaria mientras alista la entrada del local con un trapo embebido en lavandina.
Por su parte, David Lamacchia se animó a abrir «Palace Vip», store boutique-moda, un local donde grandes y chicos pueden comprar desde bufandas, gorros de lana, fundas para celular, remeras, pantuflas hasta bijuterie.
«Mi sueño del local propio se había visto frustrado cuando en marzo comenzamos con la cuarentena por el coronavirus, pero pasaron los meses, me propuse concretarlo y aquí estoy todos los días de lunes a sábados de 9 a 19 vendiendo miles de productos para todos los gustos y bolsillos», contó Lamacchia emocionado por haber logrado su objetivo el 1 de julio, sobre la calle Julio Argentino Roca casi Güemes.
El flamante comerciante manifestó: «Las expectativas son muy buenas ya que estoy ubicado en una zona muy concurrida y los fines de semana es cuando las ventas aumentan debido a la alta circulación de público».
Para Lamacchia, esta cuarentena «nos sirvió para darnos cuenta de que tenemos que seguir apostando por nuestra tierra y concretando los sueños, estemos o no pasando por una situación social difícil. Soy un convencido de que de las peores crisis y de los pésimos momentos se logran proyectos que perdurarán en el futuro», finalizó. (Télam)