Para los veterinarios no es nueva la relación entre las cuestiones sanitarias humanas y la sanidad animal. Hasta hace pocos años, la salud pública era considerada como un área de la sanidad vinculada únicamente a la medicina humana, quedando relegada la participación de la medicina veterinaria en las zoonosis, es decir, en los casos de enfermedades transmisibles al hombre a partir de los animales.
Sin embargo, en las últimas décadas debido a múltiples acontecimientos, se ha puesto de manifiesto el verdadero rol que la medicina veterinaria tiene en la salud pública: “Los Médicos Veterinarios participamos diariamente en el control y la erradicación de enfermedades infecciosas en los diferentes sistemas de producción; es decir, en controles sanitarios productivos, industriales, comerciales y de servicios de alimentación. Y por más de cien años se ha trabajado en la erradicación y control de virosis que originalmente no tenían vacunas”, señalan autoridades del Colegio de Veterinarios Bonaerense.
En ese sentido, si bien la interacción entre salud humana y animal no es novedad, el alcance y las repercusiones actuales debido a la Pandemia, amplían el panorama del concepto Una Sola Salud propuesto por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Bajo el lema Una sola salud se logra un enfoque multidisciplinar de relación directa entre la salud humana, la salud animal y el medio ambiente, donde la OMS apoya una visión única. Así, colabora con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) para promover respuestas interdisciplinares a los peligros en materia de inocuidad alimentaria, los riesgos de zoonosis y otras amenazas para la salud pública en la interacción entre seres humanos, animales y el ecosistema y, de esta manera, trabajar en orientaciones sobre cómo de reducir riesgos.
El rol del veterinario debe dejar de ser entendido como aquel que sólo cura animales para entenderse como una pieza fundamental para preservar la salud pública. Los veterinarios poseen incumbencias profesionales que van más allá de la clínica veterinaria; entre ellas, el control en la inocuidad alimentaria, el estudio de enfermedades zoonóticas y su erradicación, la biodiversidad, los trabajos de laboratorio y la investigación, el desempeño en el campo agroindustrial, el cuidado del medioambiente, entre otras.
En el contexto de la pandemia de COVID-19, los médicos veterinarios son parte integral de la comunidad sanitaria mundial; al realizar su trabajo, tienen la responsabilidad de salvaguardar su salud, la salud de aquellos con los que trabajan y la de la población.