El presidente Alberto Fernández designó a Silvina Batakis como nueva ministra de Economía luego de mantener reuniones durante todo el domingo para afinar junto a sus colaboradores más estrechos y con referentes de los sectores del Frente de Todos (FdT) el rediseño del Gabinete nacional luego de la renuncia que ayer presentara Martín Guzmán al cargo de ministro de Economía.
Aunque los llamados y los encuentros se sucedieron desde anoche y se aceleraron a partir de la mañana de hoy, un diálogo telefónico mantenido esta noche entre el Jefe de Estado y la vicepresidenta Cristina Kirchner contribuyó para que todos los sectores que integran el FdT estuvieran al tanto de las designaciones en análisis y de las medidas que podrían tomarse en las próximas horas.
Para ese contacto contribuyó la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, quien por la tarde habló con el mandatario para gestionarlo.
La renuncia de Guzmán a la conducción del Palacio de Hacienda se dio a conocer sorpresivamente ayer, en simultáneo con un acto en memoria de Juan Domingo Perón que encabezaba la titular del Senado en la localidad bonaerense de Ensenada.
Mientras la Vicepresidenta señalaba sus reparos a la intransigencia en las políticas de reducción del déficit fiscal, Guzmán -que en la semana había vuelto a insistir con la necesidad de reducirlo- daba un paso al costado a través de una extensa carta difundida al mismo tiempo desde su cuenta de Twitter.
La vacancia en uno de los puestos centrales de la administración federal despertó automáticamente una frenética especulación sobre nombres y funciones.
Desde el sábado por la noche, la Quinta presidencial de Olivos se convirtió en el epicentro de la política nacional.
Ya en la mañana del domingo, Alberto Fernández fue recibiendo a sus colaboradores y tuvo tiempo para compartir unas primeras impresiones antes de la llegada del titular de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, quien arribó minutos antes de las 11 en la camioneta Hyundai de color negro en la que suele desplazarse entre la Ciudad y el norte del conurbano bonaerense.
Hasta las 14, el jefe de Estado dialogó de manera extensa con el titular del Frente Renovador quien, además de ser uno de los socios «fundadores» de la coalición de Gobierno, sirvió de articulador con los restantes sectores involucrados.
Fue por esa hora que el exintendente de Tigre se retiró de Olivos para dialogar con personas de su confianza y, cerca de las 17, volvió a la Quinta para continuar con las negociaciones para la reorganización del Ejecutivo, que podrían incluir su ingreso al Gabinete en un rol central para la administración.
A las 17.30, ingresó a la residencia el jefe de Gabinete, Juan Manzur, quien a primera hora había llegado a Buenos Aires desde su natal Tucumán para sumarse al cónclave. Con él llegó el mensaje de los gobernadores y del peronismo: todos se encontraban expectantes de la redefinición, pidiendo el diálogo entre Fernández y Cristina Kirchner.
También la oposición se mostró preocupada por la situación y la mesa nacional de Juntos por el Cambio pidió «la máxima responsabilidad institucional» al Gobierno nacional.
Mientras tanto, fueron pocos los dirigentes del FdT que quisieron expresarse públicamente con las excepciones del diputado sanjuanino José Luis Gioja y el senador formoseño José Mayans, y, en general, primó la cautela a la espera de la definición.
En el caso de Mayans, jefe del bloque del FdT en la Cámara alta, pidió «bajar los desencuentros» en la coalición oficialista y consideró que el nombre del reemplazante del renunciante ministro de Economía, Martín Guzmán, debiera darse a conocer lo antes posible «para llevar tranquilidad a la población».
«Ahora es necesario bajar todos los desencuentros», exhortó Mayans en declaraciones a la emisora on line Futurock que luego difundieron sus voceros, y remarcó que, en el contexto actual, «lo más importante» es evitar «el sufrimiento de la gente» ya que Argentina se encuentra «ante una situación altamente compleja». (Telam)