Un nuevo decreto presidencial, alineado con las políticas del gobierno de Javier Milei, buscaría eliminar el reconocimiento de las identidades no binarias en los documentos argentinos, es decir, personas que no se autoperciben con los géneros femenino y masculino.
Esta medida se suma a la prohibición del lenguaje inclusivo y al desfinanciamiento de programas de salud reproductiva y posiciona a Argentina como un país cada vez más restrictivo en materia de derechos humanos.
El DNI no binario es un derecho consagrado por la Ley de Identidad de Género 26.743, sancionada en mayo de 2012 e implementada desde 2021, durante la presidencia de Alberto Fernández.
Según los últimos datos disponibles, en la Argentina existen 8.293 personas que se autoperciben como no binarias, de las cuales unas 1.500 solicitaron el cambio de su documento.
Según datos del oficialismo, desde 2021 a la fecha se realizaron 1.693 trámites para solicitar el DNI no binario, una cantidad que «no justifica mantener vigente esta normativa”.
De todos modos, se aclara que el cambio de género es una situación distinta. Desde la promulgación de la Ley de Identidad de Género en 2012 se realizaron 19.270 trámites de cambio de identidad en todo el país, de femenino a masculino o viceversa.
“De ese total, se desprende que 10.164 se auto perciben mujeres trans, mientras que 7.413 lo hacen como varones. Del total de las personas reconocidas bajo esta ley, sólo el 9 % se autopercibe dentro del género no binario”. Todo indica que esta última ley seguirá vigente. (NA)