Integrantes del gabinete económico del Gobierno nacional mantuvieron en Casa Rosada una reunión de «carácter técnico», en la que se trabajó en detalles sobre el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), el programa de Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP) y créditos para empresas.
Según confirmaron fuentes que participaron del encuentro, el objetivo es «analizar a qué se destina cada peso» por parte del Estado de cara al próximo año.
«Hay que tener en cuenta que el pago de una cuota de IFE es equivalente al presupuesto de Vialidad Nacional», destacó uno de los participantes en diálogo con la prensa acreditada.
En la reunión estuvieron presentes la viceministra Cecilia Todesca; el ministro de la Producción, Matías Kulfas, y la titular de la AFIP, Mercedes Marcó del Pont.
El gabinete económico viene evaluando en las últimas semanas cómo se continúan cada una de las medidas diseñadas para afrontar las consecuencias de la crisis sanitaria.
En ese sentido, se explicó que el IFE, del cual se implementaron tres rondas que alcanzaron hasta 9 millones de familias con un monto de 10.000 pesos en cada edición, no puede ser disociado del resto de las medidas.
«Hay que ir viendo cómo se va con un Estado inteligente, que proyecta la ayuda de manera eficaz, de tener en cuenta las distintas realidades», se explicó esta tarde tras el encuentro.
De la misma manera, se avanzó semanas atrás en una redefinición del denominado ATP7, por el cual en noviembre se hará efectivo con un subsidio para el pago complementario de salarios para aquellas empresas consideradas críticas, debido a las dificultades que enfrentan para retomar su actividad.
En ese sentido, el nuevo esquema del ATP dispone que las empresas de sectores no críticos ya no contarán con la posibilidad del subsidio, sino que podrán solicitar un préstamo a tasa reducida y plazo de doce cuotas para hacer frente al pago de salarios.
Para este último beneficio, los empleadores registrados en el programa podrán realizar el trámite de solicitud hasta el 19 de noviembre, en la página de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP).
El Estado invirtió más de $ 230.000 millones a lo largo de los últimos seis meses para sostener puestos de trabajo e ingresos y la iniciativa benefició cada mes a un promedio de 1,7 millón de trabajadores que se desempeñan en 180.000 empresas.
En el Gobierno explicaban hoy que estas redefiniciones son parte de «una cuestión estratégica que tiene que ver con ir acomodando la ayuda en función de la realidad, que está inscripta en una dinámica económica».
Al respecto, se viene destacando que las empresas en ramas no críticas que estuvieron sin facturación o con la mínima, pasaron de 23% en abril a solo 8% en agosto, lo que contribuyó a tomar la decisión de adaptar el programa.
Así, se insistió en que «dado este marco, y tras seis meses de ATP, resulta necesario revisar los criterios del programa de forma tal de poder concentrar los esfuerzos fiscales en aquellos sectores donde aún se observan niveles de actividad muy alejados de aquellos observados en la prepandemia”. (Télam)