Por: Roberto Garrone
El viernes a la tarde el gobierno comprendió dos cosas: su debilidad legislativa y que las amenazas y aprietes a diestra y siniestra que encabezaba el propio Milei, lo llevaban al abismo apenas a 46 días de haber asumido.
Toto Caputo, el que quiere meter a su segundo como representante del Poder Ejecutivo en el Consejo Federal Pesquero, anunció al filo de la tarde que bajaban del ómnibus el capítulo fiscal, el cual incluía el tema retenciones y el cambio en la fórmula jubilatoria.
¿Con eso se conforman los diputados “dialoguistas”?, ¿hasta ahí escucha/cede el gobierno? No subir las retenciones genera alivio en la pesca porque implica seguir con el mismo esquema vigente que premia con menores derechos a los productos con mayor valor agregado.
Todavía quedan otros asientos incómodos que podrían transformar el micro en una combi: que las privatizaciones pasen por el Congreso, que sea coparticipable el blanqueo y que la liquidación del Fondo de Garantía de Sustentabilidad sirva para saldar la deuda de las cajas provisionales de 13 provincias.
La pesca no aparece entre los temas prioritarios. Aunque de aprobarse la reforma se pongan en riesgo más de 40 mil empleos directos y el avasallamiento de derechos adquiridos por más de 15 años de vigencia de un sistema que funciona y genera exportaciones por casi 1800 millones de dólares.
Por las dudas, una comitiva resumida de la multisectorial pesquera asomará por los balcones y pasillos del Congreso para recordarles lo que está en juego y las promesas asumidas. Arranca el martes a las 9 de la mañana. Nadie sabe cuándo ni cómo termina.
El único fundamento coincidente que se escuchó estos días para explicar por qué el gobierno nacional buscó llevarse puesta a la industria pesquera argentina es la supuesta gratuidad con que se desarrolla la actividad.
Lo expuso el mismo texto del dictamen, uno de ellos al menos, tal vez el que se reescribió luego de las firmas en blanco de algunos diputados enemigos del funcionamiento de las instituciones, en un departamento de Recoleta.
En la Resolución 8 de junio del 2023 el Consejo Federal Pesquero modificó los aranceles de derechos únicos de extracción de los principales productos de la pesca. Los fijó en Unidad de Pesca (UP), cuyo valor es el precio del litro de gas oil con dos actualzaciones por año, octubre y abril.
Se estableció que el arancel base de la especie, por tonelada, se multiplica por el coeficiente establecido para cada especie. Para el caso de la merluza hubbsi, el arancel base es 5,1, del calamar 6,4 y del langostino, 49,3, por citar las principales especies.
En los casos de transferencia de cuota y asignación de la cuota social o el fondo de administración, los valores son idénticos. Los aranceles se reducen un 50% para los permisionarios que elaboren en tierra las especies capturadas.
Puesto en números, nadie niega que lo que paga la industria por este concepto es irrisorio. Mucho más a valores de octubre pasado.
Si la idea del gobierno era que los administrados paguen más, lo resolvía en el propio Consejo Federal Pesquero donde el Poder Ejecutivo tiene 5 de los 10 miembros y el voto del Presidente vale doble.
Claro que para poder lograrlo el Consejo debería poder sesionar. Eso justamente no pudo hacer esta semana como estaba previsto porque todavía no han sido designadas sus autoridades. Lo preside Juan Antonio López Cazorla, el Subsecretario de Pesca asignado que lleva más de 15 días esperando el decreto que lo oficialice en el cargo.
Pero este grupo de iluminados, ignorantes convencidos, eligió patear el tablero con el mamarracho del proyecto reformista, el cual tras el empecinamiento de las “modificaciones”, deja a la industria pesquera al bordo del abismo. También a la naval: Ayer Contessi inauguró su nueva nave industrial completamente vacía cuando imaginaba tener colocadas cuatro quillas de futuros barcos. El daño provocado no es intangible.
Y todavía falta la prueba final. Toca ser espectadores de una sesión maratónica cuyo resultado, más allá de las promesas, no está asegurado. Del oficialismo y sus aliados poco que esperar. Si le mintieron al propio Gobernador de Chubut, quien quedó en off side en X, con un posteo en que resalta la eliminación del capítulo de la pesca… todo puede ser posible.
Me queda la sensación que el sector hizo todo lo que pudo para revertir el cachetazo, pero siempre corrió detrás de la ola. A la primera reunión con Francos no deberían haber ido solamente Torres y Montenegro.
Esa batalla perdida, las “modificaciones” que se tomaron como un triunfo cuando lo que quedaba era igual de amenazante para la industria, y sin que nadie del propio sector pueda convencer al Ministro de la inviabilidad del proyecto, marcó el camino.
Claro que lo escribo con el diario del lunes. Enviando a la mayoría de Gerentes no funcionó, pero quizás no lo podían haber torcido ni con todos los dueños de la pesca sentados a esa mesa.
El futuro de la industria ha quedado en manos de diputados que no se ofenden cuando los tratan de coimeros y de gobernadores que se dejan correr en público con una chequera anémica de fondos. “Todos supuestamente opositores que disfrazan de responsabilidad institucional lo que es apenas claudicación”, resumió, siempre certero, Marcelo Falak en el newsletter de Letra P.
La pesca dependiendo de la casta rancia y prendiendo velas para que el bloque de Unión por la Patria y el peronismo residual no se siga desintegrando a cambio de moneditas. Parece ciencia ficción si pensamos que son los mismos que pueden darle a Milei facultades para gobernar por decreto, lo que le permitiría imponer con su sola firma lo que hoy la pesca reza para que le bajen del Ómnibus.
Cerremos con otro acierto de Falak… “La decisión del electorado de entronizar un gobierno sin peso legislativo ni poder territorial es un malentendido con la democracia: o bien Milei hace una revolución y desconoce el sistema, o se resigna a no hacer lo que pretende”. En la pesca se persignan para que diputados y senadores ubiquen al Presidente en la segunda opción.
Buen domingo
Es necesario tener legisladores que respondan a una agenda común como en Brasil con el Frente Parlamentario de la Industria Naval. Si la pesca contara con diputados que entendieran y defendieran al sector no tendrían que haber ido a explicar en 5 minutos lo ruinosa que es esta ley.
Van a extrañar al peronismo!
Un verdafero asco /fiasco este plan que no contiene la gente .adentro privilegiando el mercado como regidor .de nuestras vidas .
Creo que el gobierno por falta de experiencia y desconocimiento de las actividades quiso modificarlas haciendo una supuesta ley que
no tiene sentido.
La industria periquera deja mucho que desear. Muchos derechos y muy poco crecimiento…