Por: Roberto Garrone
En Rawson por estas horas los armadores de la flota costera miran con mayor frecuencia el pronóstico del tiempo que el derrotero de sus barcos en zona de pesca. En Mar del Plata, en cambio, repasan con la misma atención la lista de barcos autorizados a pescar langostino que divulgó la Provincia en las últimas horas.
Sorprende por lo cuantitativo: 103 barcos les parece un despropósito, y sobre todo por lo cualitativo: embarcaciones de 50 metros de eslora como los Tango I y II que operan a centolla, pudiendo completar cajones de langostino, que como quedó en evidencia tras la visita de Idoyaga y sus subalternos, no reciben ningún control provincial al momento de ser pesados en muelle.
Más allá que algunos deberían prestar especial atención a que sus patrones no pesquen fuera de las 12 míllas del límite de la jurisdicción provincial, al norte de Rawson, y mantengan encendido de manera permanente el posicionamiento satelital, todos desean con efusividad que las condiciones hidrometeorológicas se descompongan y la flota se vea obligada a permanecer un par de día amarrada en muelle.
La irregularidad en las capturas no abandona a la mayoría de la flota. Salvo ese grupo de barcos que vienen completos, el común denominador para el resto es llegar con la mitad de la bodega. “No tenemos dudas y casi que tenemos todas las pruebas”, confió una fuente consultada al cierre de esta columna.
En el grupo de “afortunados” que vienen completos estarían algunos barcos de Conarpesa, el “Nuevo María Elena” y el “Franco José”, entre varios que han robado langostino del área de esfuerzo restringido. El problema es que alguno hizo una pasada y otros operan todo el día del otro lado.
La situación es de tal gravedad que obligó a la Dirección Nacional de Coordinación y Fiscalización Pesquera a emitir una circular en la que piden el uso obligatorio de cartografía oficial y estándares de georreferenciación aplicados a la actividad pesquera.
Es un mensaje teledirigido a la flota de Rawson como para ponerlos en aviso que han detectado un incremento significativo en el volumen de infracciones vinculadas a la pesca en áreas restringidas o no habilitadas.
Idoyaga Molina no va al hueso y apela a inconsistencias posicionales derivadas a la utilización de referencias geográficas no oficiales o el empleo de cartografía desactualizada. Pero en realidad sospecha que la invasión fuera del área es adrede.
El langostino está al límite de la jurisdicción y varios creen que esa flota no contribuye a que el marisco ingrese. El mal tiempo, sostienen, ayudaría a que la biomasa ingrese a aguas provinciales. Si la naturaleza no hace su aporte, apurarán a Arbeletche para que defina una parada biológica de una semana, previa al brindis navideño.

Otros en cambio piden bajar un cambio. Son los que están más cerca de naturalizar que la flota entre todos los días con mil cajones que con 1800. “No puede ser que si traer 800 cajones es un velorio. Todos hacen cuentas por 35 mil cajones al mes y eso fue extraordinario; lo ordinario es lo que vemos ahora”, analizó otro armador.
Antes del inicio de temporada, en la flota imperaba la idea de no pescar los fines de semana. Una alternativa para evitar repetir la abundancia récord de la zafra pasada. Hoy el caladero les avisa que esas 116 mil toneladas no volverán a repetirse.
Red Chamber hace su aporte. Esta semana se cristalizó lo que anticipé un par de columnas atrás. Las bases arrastraron al STIA a visibilizar el mal humor por los arbitrarios manejos de la pesquera a la hora de incorporar a los trabajadores.
No solo todavía no sumó a 78 obreros sino que a otro grupo que era efectivo lo trocó a la categoría temporario. “Los trabajadores afirmaron que la empresa no habría liquidado una parte de noviembre, no entregó recibos, no realizó aportes, y que muchos descubrieron que no están inscriptos en ANSES, lo que bloquea el acceso a obra social”, cita Revista Puerto.
Tampoco saca toda su flota a pescar, lo que impide que la planta funcione a pleno y por consiguiente, que habilite puestos de trabajo para los no convocados. Red Chamber hace lo que se le antoja en este nuevo contrato mientras los diputados del oficialismo salvan al Gobernador no dando quórum en la sesión del jueves para que la novela por los bienes de la ex Alpesca no se transmita en la Legislatura.
¿Qué cartas tendrá bajo la manga Marcelo Mou para exhibir tan obscena impunidad? Cada vez menos dudas a que Meiszner y el propio Gobernador hayan quedado filmados pidiendo la coima de 6,5 millones de dólares para cristalizar lo que ahora se patina de realidad.
Hay fuentes que sostienen que el acuerdo oculto con la Provincia incluye una cláusula en la que aparta al Secretario de Pesca de toda relación con la pesquera en el marco del cumplimiento del nuevo contrato. Por ahora se cumple. Andrés Arbeletche ni siquiera tuvo acceso al documento. Maravilloso.
Volvamos a la anarquía que propicia el Secretario en los muelles de Playa Unión. ¿Cuántas toneladas habrán sido en realidad las de la zafra 24/25 si hubiese habido un control eficaz en el peso de los cajones?.
Recordemos que la semana pasada hubo barcos que entraron con más de 30 kilos por cajón. La calidad, frescura y coso…
Otra curiosidad a la colección. Las actas del control de peso no solo no fueron cargadas al sistema hasta el viernes pasado. Alguna hasta no tenía firma de ningún inspector. Extraordinario.
Descontrol en el esfuerzo pesquero, en el peso de los cajones, en el posicionamiento de la flota, en el horario de pesca –hay serias sospechas que varios han pescado en horario nocturno-. La auditoría de la certificación de la pesquería se realizará cuando termina esta zafra.
Muy posiblemente los auditores pedirán acceso a toda la evidencia disponible sobre el comportamiento de los 36 barcos que integran la lista de la certificación. Si algunas conductas no cambian será muy difícil lograr mantener el sello azul.
Buen domingo
