Por: Roberto Garrone

Mientras todavía no se conocen detalles de los acuerdos ni la Provincia de Chubut tampoco oficializó su contenido, mucho menos lo puso a consideración de la Legislatura para su aprobación, la vigencia de los cinco permisos de pesca provinciales con los que cuenta Red Chamber en el marco del manejo de los bienes de la ex Alpesca, quedaron en el centro de la polémica.

Lo mismo que la comitiva que esta semana encabezó Arturo Idoyaga Molina (Foto) por el muelle de Rawson. El Director Nacional de Coordinación y Fiscalización Pesquera estuvo acompañado de su segundo, Juan Pablo Sciuto, en el marco del operativo desembarco a la zafra de provincia.

¿Por una porción de la torta recaudatoria que generan los falsos controles o en hartazgo por los reiterados pedidos de la Provincia a Pesca Nación para blanquear la captura que no figura en los partes de pesca? Al cierre apurado de esta columna primaban estas dos posibilidades.
Pero vayamos por partes…

Andrés Arbeletche aseguró en las últimas horas que los cinco permisos provinciales mantenían vigentes a partir del fallo del Tribunal Superior de Justicia que retrotrajo todas las actuaciones al año 2014.

“El acuerdo celebrado en el Superior, en una demanda que perseguía dejar sin efecto el Decreto del 30/09 y el mismo Gobernador aceptando que concilia, devuelve todo y mantiene el alquiler”, dijo Arbeletche.

Distinta postura tiene Emanuel Coliñir, diputado del bloque “Arriba Chubut” en la Legislatura provincia, quien sostiene que los permisos están extinguidos. “Las leyes IX 133 y IX 136 otorgaron esos permisos especiales donde se define un sujeto (Red Chamber) y define un objeto (el cumplimiento del contrato de arrendamiento). Cuando ese sujeto desaparece porque lo desvincularon el 30 de septiembre, los permisos extinguen su vigencia”, explicó el legislador.

El Secretario de Pesca no cree que se necesite una nueva ley para crearlos nuevamente. “Con lo acontecido en materia judicial, Red Chamber volvió a ser arrendataria en términos parecidos que como estaba antes”, afirmó el todavía Secretario de Pesca.

Arbeletche descartó que la novela Red Chamber / Profand / Red Chamber se fundamente en cuestiones políticas sino burocráticas. Que la Prefectura rechazó la inscripción de los nuevos contratos de arrendamiento, argumentando que los contratos anexos de los buques estaban registrados a nombre de Red Chamber hasta 2027.

Si así fuera, por qué no se lo explican a Profand, que pide una indemnización de 9 millones de dólares para salirse de la historia como caballeros. Por qué el Secretario le quitó el permiso al “Carlillo” sino era para entregárselo a la multinacional española, más las 5 mil toneladas de merluza más la condonación de la deuda por el permiso readquirido del “Don Oscar”.

Ahora desde “Profand” no estarían tan convencidos de recibir el permiso quitado a Dominguez, que dicho sea de paso, se mantiene entre las sombras esperando respuesta al recurso jerárquico. En la última señal de vida que se tuvo de él, le había mandado un mensaje y no de paz al Secretario de Pesca.

En esta nueva etapa de vinculación con los bienes de la ex Alpesca, Red Chamber ya utiliza dos de esos cinco permisos, el del “Euro II” y “Fidesfe”. Esperan en gateras el “Fiesta”, “Baffeta” y “Doña Alfia”. Para el Diputado la Provincia incurre en groseros errores administrativos.

“Una nueva ley que enmarque el nuevo contrato con la empresa no revive lo que no existe. Deben crear cinco nuevos permisos mediante una nueva ley. Hoy hay 40 permisos provinciales pero solo 35 están vigentes”, reveló Coliñir.

“Hasta que no haya una nueva ley, los cinco permisos que utiliza Red Chamber son ilegales; fueron reasignados por resolución administrativa de la Secretaría de Pesca, una cosa inválida por falta de competencia”, completó.

Volvamos a los inspectores… que tienen el aval de la ley nacional para jugar de visitante y fiscalizar el peso de los cajones en los muelles de todo el país. El punto acá es que no buscan mejorar la transparencia ni auditar la carga que traen los pesqueros de Rawson.

Pareciera que quieren morder una tajada de ese negocio que hoy queda en poder absoluto de la Provincia en una larga cadena de complicidades y que nace en la vista gorda que hace el Secretario de Pesca al volumen de la carga de la flota durante la zafra.

Será difícil de sostener una pesquería certificada si los encargados de controlar el peso de los cajones brillan por su ausencia. ¿Será por eso que en el sector nadie quiere que Arbeletche sea el fusible de cambio tras la novela de Red Chamber/Profand?.

Por eso la semana pasada ironicé con lo del temor a la “segunda imposición” a la que se refirieron CaFACH y CAPIP en comunicados conjuntos. Jamás existió o existe la primera. Los inspectores al mando de Arbeletche aguardan en una garita a que les llegue el parte de pesca con los prolijos 17,5 kilos por cajón. Los armadores aseguran que no pagan por ese trámite. Y los reyes magos no son los padres…

Las multas por exceso de peso en las inspecciones de Idoyaga terminaron de confirmar las señales de tiempo atrás cuando volaron del Distrito Madryn al jefe, Esteban Gentile y eyectado de Camarones a Gastón Pereyra. No por incompetentes –Gentile tenía sus kioscos- sino porque sospechaban que de esa liquidación no subía un proporcional a la cúpula de la Dirección Nacional.

Despejado el camino de intermediarios, aterrizaron pulcros a marcar la cancha. Convocaron a los pesadores del SUPA, que cobraron 500 mil pesos cada intervención. La visita costó 16 millones de pesos porque en Chubut la pesada tiene tarifa. Que sale gratis si lo pagan con el exceso de carga.

Un dato curioso… En la radiografía de los más excedidos estaban los dos costeros que operan para Red Chamber. Más de 30 kilos… Hermosos.

Otro más… , al viernes al mediodía las actas del control en Rawson todavía no estaban cargadas al sistema. Por qué las van a cargar en Paseo Colón y no en la propia delegación de Chubut. ¿Fue toda una puesta en escena?

Lo de la necesidad de la Provincia por blanquear la captura de los cajones excedidos de peso no les terminaba de cerrar a algunos entendidos en los vericuetos de la administración. Solo algunos países piden captura legal del marisco y es una tarea que les corresponde a las empresas, no a la administración provincial.

Lo paradójico es que mientras intentan meter la cuchara en Rawson –siempre el langostino es mucho más tentador que la corvina y en Mar del Plata los inspectores bajo las órdenes de Idoyaga tendrían como para hacer dulce durante la zafra y todo el pescado que entra a granel- justamente el puerto local fue escenario por estas noches de la Fiesta Nacional del Abadejo, auspiciada por Norberto “Pato” Elias, el viejo/nuevo comandante de la subdeclaración y padre del modelo recaudador que en el Distrito Mar del Plata dirige su pollo, Nicolás Dodero.

A diferencia de Rawson donde los inspectores de Arbeletche animan un collage de dibujos pintados al óleo, los inspectores de Nación en el muelle Deyacobbi deambulan con sus tablets en mano pero pocos descubren el abadejo. No quedaron repentinamente ciegos.. son los 3 mil pesos que pagan los armadores por cada cajón que se suma al baile de disfraces. Pero al menos nadie les cobra la pesada, digamos todo.

Buen domingo

Foto: Pesca Chubut


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