El presidente de la Asociación Argentina de Hemoterapia, Inmunohematología y Terapia Celular, Oscar Torres, afirmó que durante el inicio del aislamiento por la pandemia la donación de sangre “disminuyó un 80%” y que actualmente la baja continúa de “30 a 50% en algunos lugares”, mientras que los donantes voluntarios representan sólo el «40% a nivel nacional».
“Al inicio de la pandemia el aislamiento hizo que la gente no concurra a donar. En ese momento disminuyó un 80% e implicó que se suspendieran cirugías”, precisó Torres en diálogo con Télam.
Agregó que otro momento crítico se vivió en agosto, cuando hubo “una gran caída porque teníamos una gran parte de la población infectada que no podía donar sangre y sus contactos estrechos tampoco lo podían hacer”.
“Seguimos con una disminución del 30 al 50% en algunos lugares. Nos preocupan los dos feriados largos porque no va a haber atención a donantes. También las vacaciones son un tema no menor. Normalmente en esa época la gente no va a donar sangre”, dijo.
Explicó que hay “dos tipos de donantes: los voluntarios que realizan un acto solidario”, que representan el 40% a nivel nacional, “y el restante son voluntarios de reposición, aquellos condicionados por la situación de un familiar”.
Aseguró que el objetivo desde la asociación científica que preside es que “el 100% tiene que ser donante voluntario”.
“El mensaje que debe quedar es que la gente donara dos veces al año de forma voluntaria, seguramente no estaríamos con déficit de unidades de sangre. El otro mensaje es que en las vacaciones es importante donar, el paciente no se toma vacaciones”, expresó.
Contó que para mitigar la falta de sangre, consiguieron “un permiso para que la gente pudiera salir del aislamiento y donar”, aunque lamentó que un 10 o 12% “a veces lo utilizaban para otra cosa”.
Otra de las estrategias que utilizaron las instituciones fueron las colectas externas en iglesias o fábricas.
También, “el Ministerio de Educación de la Ciudad de Buenos Aires cedió a la cartera de Salud el permiso para utilizar escuelas” para recibir a donantes.
“Funcionó, no muy bien, pero ayudó bastante; hubo muchos donantes voluntarios que fueron convocados por las redes sociales o la web del Ministerio”, relató Torres.
Con respecto al año que viene, expresó que hay “que ser pesimista” porque debemos “esperar la segunda ola de Covid”, y añadió que “lleva 10 años revertir la situación actual.
“Tiene que ver con la educación, no tenemos en la primaria o secundaria campañas para concientizar sobre la donación voluntaria de sangre. Con una hora por semana es más que suficiente”, manifestó.
Sobre las cifras de cada distrito, precisó que en el país hay “tres tipos de efectores de salud: el Estado, los privados y las obras sociales por lo que es dificultoso tener un porcentaje por provincia. Nos interesa pensar como país”.
Hoy indicó que “otra vez es crítica la situación del banco de sangre” de la institución, y pidió “dadores de cualquier tipo y factor”.