Siete de cada diez argentinos y argentinas sufrieron un hecho discriminatorio, según un estudio realizado por el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI), siendo las personas gordas, mencionadas con obesidad o sobrepeso, el grupo más discriminado, de acuerdo a la percepción del 87% de las y los encuestados por el organismo nacional en 2019.
El INADI, a través de encuestas realizadas a 11.700 personas en sus hogares durante 2019, elaboró la tercera edición del Mapa Nacional de la Discriminación, un relevamiento que tiene como objetivo dar a conocer las formas en que se expresa la discriminación en Argentina.
Según el organismo nacional, la discriminación a personas gordas sustenta y reproduce el prejuicio de que las personas son gordas por falta de voluntad o por descuido, por no hacer el esfuerzo suficiente para ser flacas. Desde esta perspectiva, el peso se asume como una expresión de la personalidad, y al mismo tiempo como un supuesto indicador de salud que bajo el argumento del cuidado, termina fortaleciendo el rechazo social. Todos los prejuicios y estereotipos gordofóbicos niegan la diversidad corporal existente y la multiplicidad de factores que inciden en la forma de los cuerpos, tales como: las condiciones económicas, culturales, genéticas, educativas y sociales.
En el marco del Día Mundial contra la Obesidad, que se conmemora todos los 12 de noviembre, el Colegio de Nutricionistas de la Provincia de Buenos Aires propone reflexionar sobre las miradas hacía las personas con obesidad y sus corporalidades. “En este contexto sería importante reflexionar sobre nuestro hacer. Siendo muchas veces esta profesión la puerta de entrada al sistema de salud por situaciones de sobrepeso u obesidad o derivaciones por esta causa, debemos reflexionar acerca del acceso a la salud y las conductas discriminatorias que puedan existir en nuestro hacer profesional”, sostuvo Fernanda Delgado, licenciada en Nutrición (MP 2960) y secretaria de la entidad que nuclea a las y los nutricionistas bonaerenses.
En ese sentido, Delgado aseguró que “como profesionales de la alimentación, podemos muchas veces transmitir mensajes discriminatorios o estigmatizantes, vulnerando una serie de derechos y exponiendo a las personas a experiencias violentas, siendo aún más grave el hecho de naturalizar nuestras prácticas al respecto”.
Pesar a alguien sin consultar su deseo; hablar de un “peso ideal” teórico, que no considera la multiplicidad de factores que influyen en el peso de una persona; y otras herramientas que se suelen utilizar en las consultas nutricionales; entre otras, son algunas de las situaciones enumeradas por la nutricionista y “dan cuenta de un hacer pesocentrista que muchas veces deja de lado la integralidad que debería tener la atención en salud”.
“Es necesario repensar nuestra profesión tan influenciada por el modelo médico hegemónico discriminatorio y que deja de lado muchas veces la premisa de que las personas que consultan son sujetos de derecho, algo que nunca debemos olvidar. Por supuesto que siempre que alguien desee bajar de peso debemos acompañar ese proceso, pero siempre teniendo en cuenta priorizar el desarrollo o sostenimiento de un vínculo sano con la comida, con el medio y con los cuerpos, corriéndonos de la idea que el único cuerpo sano posible es el cuerpo delgado”, concluyó la secretaria del Colegio de Nutricionistas bonaerense.