La Asociación de Embarcaciones de Pesca Costera y Fresquera expresó su desacuerdo con las limitaciones que la Comisión Técnica Mixta del Frente Marítimo impuso para la pesca del gatuzo.
Asimismo cuestionó la “ausencia de una fiscalización eficaz por parte de las autoridades de la provincia de buenos aires” sobre la actividad de las embarcaciones artesanales (fundamentalmente trackers) que también operan sobre el variado costero, advirtiendo que esta situación impide contar con datos fehacientes que permitan conocer el esfuerzo al que es sometido este tipo de recursos para adoptar resoluciones de este tenor.
A través de una nota dirigida a todas las autoridades que tienen poder de decisión en la administración sobre estos recursos, el gerente de la Asociación, Sebastían Agliano, cuestionó la reciente decisión de la CTMFM que establece que hasta que concluya el año 2021 los buques pesqueros no podrán completar más del 10% de sus bodegas con gatuzo y que determina que la flota argentina podrá capturar por todo concepto hasta un límite de 200 toneladas. “Dichas medidas son de eficacia dudosa, no están basadas en datos certeros provenientes de campañas de investigación científica y provocarán un fuerte recorte en la captura interanual de esta especie”, sostuvo Agliano.
“Nos encontramos preocupados por la aplicación de estas restricciones que no contemplan las consecuencias económicas y sociales que causarán y no consideran diferentes características operativas de las flotas que operan en la Zona Común de Pesca”, subrayó.
Por ello sostuvo que las “medidas de este calibre deben ser adoptadas teniendo en cuenta la opinión de todos los operadores” y en base a un enfoque ecosistémico que contemple “los aspectos sociales, políticos y económicos de las comunidades pesqueras”.
Por ello agregó que “la CTMFM debería atender el efecto que sus decisiones” producen en el sector y evitar así “contradicciones con las normas regulatorias de conservación y de manejo locales, dictadas por las autoridades nacionales y provinciales”. En ese marco, Agliano reclamó una revisión de la reciente resolución requiriendo para ello los correspondientes fundamentos técnicos y jurídicos basados en informes del INIDEP y de su par uruguayo, DINARA.
En este contexto Agliano subrayó que es ampliamente conocido que las “principales concentraciones de estas especies se encuentran dentro de la zona de veda de El Rincón donde opera una flota de embarcaciones artesanales (trackers) con asiento en Monte Hermoso y Claromecó cuya actividad se desarrolla sin que existaningún tipo de fiscalización por parte de la autoridad de aplicación, perdiéndose estos datos a la hora de establecer el esfuerzo total sobre este recurso”.
“Aún más grave es que esos productos se trasladan a las plantas marplatenses para su procesamiento sin ningún tipo de control fitosanitario y compitiendo en forma desleal con nuestra flota, la cual sí debe someterse a la reglamentación pesquera nacional y provincial como así a la sanitaria”, agregó.