La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner recordó que le gatillaron «una pistola a 15 centímetros» de su cabeza el 1 de septiembre pasado, y consideró que las cuatro personas detenidas por el intento de magnicidio «no son autoras intelectuales» de ese hecho al mismo tiempo que señaló que se siente en «este estado de indefensión con este Poder Judicial», al exponer en el alegato de su defensa en la causa de ‘Vialidad’.
En la tercera jornada del alegato en su defensa, Cristina Fernández de Kirchner expuso durante una hora veinte minutos desde su despacho del Senado de la Nación vía Zoom, y allí remarcó que el asesor de un senador de la oposición que se sienta a metros de ella «es defensor» de quien la «quiso matar» en la puerta de su vivienda en el barrio porteño de Recoleta el 1 de septiembre pasado.
Por eso, la Vicepresidenta sentenció: «Me siento en estado de indefensión con este Poder Judicial».
Así se refirió hoy durante su alegato, que duró más de una hora, a la investigación judicial del intento de magnicidio, por lo que remarcó la relación que existe entre abogados de la defensa de los detenidos por el intento de magnicidio contra la Vicepresidenta y el senador chubutense de Juntos por el Cambio, Ignacio Torres.
«Las personas que están detenidas, entre los que considero el jefe de la banda pequeña, sus abogados defensores eran asesores de un senador de la Nación, alguien que se sienta a 20 metros mío. Su asesor defiende a quien me quiso matar», subrayó.
En esa misma línea, agregó: «Yo hasta el 1 de septiembre creía que esto era para estigmatizarme, proscribirme, denigrarme, difamarme, calumniarme, pero a partir de ese día me di cuenta que puede haber otra cosa más atrás de todo esto».
La Vicepresidenta advirtió que «parece como que desde el ámbito judicial se le da licencia social para que cualquiera pueda pensar y hacer cualquier cosa».
«No puedo olvidar que este año, en este mismo despacho fue destruido literalmente durante más de 40 minutos por pedradas. Ninguna fuerza de seguridad de la República Argentina, ni las locales ni las nacionales, impidieron que mi despacho fueran destrozado», subrayó. (Telam)