Familiares y allegados a los 44 marinos muertos en el naufragio del submarino ARA San Juan estuvieron presentes el pasado viernes, en ocasión que la réplica de la nave que colapsó en el Mar Argentino el 15 de noviembre de 2017, fuera trasladada para su puesta en valor.
Con intervención de docentes y estudiantes de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), junto con personal del Taller Dos Eles, se trasladó la estructura severamente dañada, hasta un astillero cercano donde se iniciaron las tareas de restauración.
La réplica, de casi 16 metros de largo, 5,8 de alto y 11 toneladas de peso del submarino hundido en noviembre de 2017, fue donada a la ciudad por la Agrupación Isabel, una organización chubutense que realizó la maqueta para rendir homenaje a quienes integraban la dotación del San Juan al momento de la tragedia.
Desde su emplazamiento el 18 de octubre de 2019, la estructura, montada sobre pilotes de hormigón armado, sufrió un importante deterioro por la acción del viento y el salitre del mar, especialmente en su estructura y revestimiento de hierro.
A partir de esta situación, los estudiantes de la UTN enviaron una nota a los familiares de los submarinistas, a través de las abogadas a cargo de la querella mayoritaria en la causa por el hundimiento, Valeria Carreras y Lorena Arias, en la que solicitaban autorización para encarar la restauración.
Giuliano Falconnat, presidente la Federación Universitaria Tecnológica, reconoció que debieron sortear varios obstáculos burocráticos y politicos para avanzar con el proyecto.
«Cuando vimos que no había muchas ganas de colaborar desde el Estado, empezamos a buscar apoyo en el sector privado empresarial y tampoco encontramos grandes colaboraciones hasta que apareció la gente de este taller que gentilmente puso a disposición las chapas que no teníamos y mano de obra altamente calificada para acompañar a nuestros jóvenes que no tienen tanta experiencia en el sector», resaltó.
En ese aspecto, el ingeniero Matías Cano, profesor de la UTN, explicó que «estuvimos analizando la parte técnica de la réplica, que se encuentra con una corrosión muy avanzada. Se debe reemplazar la parte exterior y usar chapa naval, además de reconstruir la parte superior, que es la que le da la forma tan característica del submarino».
Cabe destacar que, una vez que la réplica quede restaurada no volverá a ser emplazada en la escollera norte, sino que se trasladará a la plazoleta en donde está ubicada la piedra fundacional del Puerto, para que sea un centro de memoria.