La Asociación de Institutos de Enseñanza Privada de la Provincia de Buenos Aires (AIEPBA) consideró que están dadas las condiciones para avanzar hacia la presencialidad plena en las aulas provinciales.
En este sentido, se elevó un pedido formal a la Dirección General de Cultura de Educación (DCGyE), con el cual la asociación de instituciones privadas solicitó “evaluar la posibilidad de actualizar el Plan Jurisdiccional de la Provincia de Buenos Aires para un Regreso Seguro a Clases, a efectos de posibilitar el reagrupamiento de la matrícula de cada curso, hoy dividida, en la mayoría de los casos, en subgrupos (comúnmente denominados burbujas)”.
Según la entidad que preside Mónica Espinosa y que agrupa a más de 2300 establecimientos, “se encuentran dadas las condiciones sanitarias para flexibilizar la aplicación del concepto de distancia social, tal cual se encuentra previsto en el Plan Jurisdiccional, toda vez que las estadísticas gubernamentales no indican un incremento de casos en la población de estudiantes y docentes”.
El pedido, que llegó a través de un escrito presentado de manera formal ante la Dirección General de Cultura y Educación, se basa en que “las tasas de infección permanecen sumamente bajas a pesar del retiro de la limitación de cuatro horas de la jornada escolar y en algunas regiones educativas del máximo no escrito de alumnos por curso, a pesar de que el metraje permita uno mayor.
Esto sumado al aumento significativo de la tasa de vacunación docente, con ambas dosis preventivas del COVID 19, y el marcado descenso de la cantidad de casos y hospitalizaciones en la población general de la Provincia de Buenos Aires ”.
Otro factor que remarcan en la solicitud los colegios privados, es que las familias “ya han regularizado casi totalmente sus cuestiones laborales, por lo que necesitan imperiosamente que sus niños, niñas y adolescentes no queden solos y estén todos los días en su escuela y no sólo semana de por medio”.
Además, desde AIEPBA puntualizaron que también es una necesidad de los chicos el retorno a las aulas en el aspecto social y psicológico, y con el objetivo de mantener las propuestas pedagógicas.
“Entendemos que solo habrá posibilidades de superar el estado actual de conocimientos cuando todos los chicos estén en su escuela todos los días. Recién llegado este punto, podremos planificar, enseñar y evaluar concreta y homogéneamente. Hoy, el aula híbrida, implica un esfuerzo para docentes e instituciones que se traduce en trayectorias escolares más vulnerables, familias que no pueden acompañar a sus hijos e hijas, como desearían, y niños, niñas y adolescentes más lejos de la escuela y más cerca de lo que ella previene”, finalizó el pedido elevado a nivel educación provincial.