La fiesta que se vivió este domingo en el estadio José María Minella con un nuevo clásico entre Alvarado y Aldosivi, tuvo caras contrapuestas.

Por un lado, la ciudad demostró estar a la altura de la organización y seguridad de este duelo entre los dos clubes más populares de Mar del Plata.

Como contrapartida, quedó en evidencia el pésimo estado en que se encuentra del principal escenario deportivo que tiene la ciudad.

Unas 20 mil personas, todas hinchas de Alvarado, colmaron ambas cabeceras y el sector de la platea descubierta, dentro de un entorno donde la platea cubierta continúa clausurada y la infraestructura presenta severos niveles de deterioro.

Luego que el intendente Guillermo Montenegro celebrara, a través de las redes sociales, el éxito organizativo llevado a cabo por las distintas áreas municipales afectadas al operativo de seguridad, desde un sector de la oposición salieron a cuestionar la falta de mantenimiento del estadio.

El concejal Juan Manuel Cheppi expresó que «el país vio un estadio y un campo de juego abandonados, un calco de la ciudad en los últimos años».

«La realidad mata el relato, y si hoy fue posible el clásico es gracias a los trabajadores municipales, a quienes este intendente maltrata y estigmatiza», posteó en la red social X.

Finalmente, el edil del Frente Renovador manifestó que «trabajemos para encontrar una solución al Estadio Mundialista y a los problemas estructurales de Mar del Plata».


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