La jornada del martes estuvo marcada por el salto del dólar blue a $ 1365 y la ampliación de la brecha cambiaria al 50 %. El ministro de Economía, Luis Caputo, aseguró que la fuerte suba de las cotizaciones son «ruidos» vinculados a la oposición, y apuntó contra los consultores «devaluadores seriales» y le pidió a los empresarios que se sumen al blanqueo de capitales incluido en la ley Bases que todavía debe aprobar el Congreso.
«Estos ruidos de que se escapa el tipo de cambio porque se fue a $ 1300, llegamos en $ 1180, subió 10% en seis meses. Al gobierno anterior se le fue de $ 60 a $ 1200, subió 20 veces. No hay más periodistas llorando en televisión, en esos cuatro años se les fue la sensibilidad social, incluso les alcanzaba la plata para ir con sus familias al Mundial de Qatar», despotricó Caputo. Y dijo con ironía: «Ahora es un problema que en seis meses se movió 10 %».
El ministro dio esas definiciones este martes al cierre de la convención anual de la Cámara de Construcción (Camarco) que se celebró en el predio de La Rural, donde más temprano el ex viceministro de Economía Emmanuel Álvarez Agis advirtió que «los inversores no vendrán hasta que levanten el cepo» y estimó que sin inversión externa “todas las ayudas del FMI u otros organismos de crédito serán inútiles».
Por la tarde, Caputo levantó la toalla y cuestionó a los economistas que critican el ancla cambiaria y piden abandonar la devaluación mensual del 2 % para evitar la pérdida de reservas del Banco Central y eliminar las restricciones cambiarias. «Para los devaluadores seriales, que creen que la única salida es seguir devaluando, el camino es bajar fuertemente la carga impositiva», afirmó.
El funcionario fue recibido a las 18.30 en el escenario por el titular de la cámara, Gustavo Weiss, quien en un breve discurso alertó por la decisión de paralizar la totalidad de la obra pública y la pérdida de «más 100 mil puestos de trabajo”, a la vez que pidió «diálogo» al gobierno. A su turno, el funcionario responsabilizó a la gestión anterior por los problemas heredados, aseguró que ya hay señales de reactivación y justificó las medidas de ajuste.
«El kirchnerismo no nos llevaba a Alemania, nos llevaba a Venezuela», sostuvo. Y a continuación dijo que en mayo se vieron los «mejores» números, entre los que destacó el superávit fiscal, la baja de la inflación al 4,2 % y los «signos de recuperación» en marzo y abril y que en mayo «se profundizaron», como el índice Construya (venta de insumos para la construcción), que subió 4,8 % el mes pasado, según describió.
Frente a los reclamos del empresariado, el ministro explicó que «había que tomar medidas dolorosas, pero que eran necesarias, porque había que reducir la inflación y para eso había que ir al equilibrio fiscal». En ese contexto, dijo que no se podría seguir emitiendo para financiar el gasto y que de 2700 obras públicas, el 80 % eran obras menores. «Eso no es obra pública, es política», aseveró.
Caputo también se refirió a los números del Indec que el lunes mostraron una caída del PBI del 5 % interanual en el primer trimestre, y negó que la baja de la inflación se debiera a la recesión. «El número desestacionalizado, primer trimestre contra el último de 2023 cayo 2,6 % y el cuarto trimestre de 2023 contra el tercero de ese año cayó lo mismo, 2,5 %. La inflación explotó en ese período y nosotros estamos en el 4 %», explicó.
Por último, le pidió a los empresarios que «entiendan» las restricciones y aprovechó para pasar la gorra. «¿Cómo se revierte? Con ustedes apoyando el modelo. Donde la economía empiece a crecer, les vamos a devolver en baja de impuestos», sostuvo. «Ahora tienen un blanqueo tributario y de capitales, es una oportunidad histórica para que regularicen la situación de sus empresas y empleados», concluyó. (Clarín)