Por: Roberto Garrone
El puerto de Mar del Plata no solo sufre de falta de espacio en los muelles interiores a partir de la colección abundante de chatarra flotante y barcos inactivos que hace mucho no salen a pescar.
También evidencia problemas de espacio para disponer de la enorme cantidad de camiones y semirremolques que de manera frecuente circulan por la jurisdicción portuaria; fundamentalmente los que llegan de Buenos Aires con contenedores para completar de pescado congelado, hacer aduana y volver por la Autovia.
El tiempo de espera ocurre sobre la calle que corre entre la manzana de los circos y el predio de los silos. Es frecuente observar una larga fila de camiones de las dos manos que casi llegan hasta la puerta de Astillero Contessi.
En tiempos de la intervención de Matías Silvestre Machinandiarena en el Consorcio Portuario, se dictó la Resolución 113-09-2013 en virtud “del caos operativo reinante por la diseminación de vehículos de carga y sus sucedáneos (acoplados, remolques, tractores y similares), quienes – en ocasión del despacho aduanero y/ o de la carga y descarga de mercancías – llevan a cabo las respectivas esperas en zonas del puerto de MDP no habilitadas al efecto”, según los considerandos.
La norma prohibía el estacionamiento en “los diferentes espacios y vías de circulación que integran el puerto como unidad sistemática” y se pareció bastante a un traje a medida del nuevo permisionario que acababa de inaugurar instalaciones como plazoleta de estacionamiento justo en la Manzana de los Circos.
La Resolución no establecía cuáles eran los lugares autorizados a estacionar porque sencillamente no lo había ni los hay en la actualidad. El puerto no dispone de lugares para recibir semejante cantidad de camiones.
Salvo el nuevo permisionario, “Sout Group” vinculado a La Moneta, que montó un centro de atención con miles de metros cuadrados disponibles los primeros años del nuevo siglo, pero por diferentes motivos nunca llegó a cumplir su rol como playa de estacionamiento privada.
Durante algún tiempo tuvo la competencia desleal de Elevadores Mar del Plata. A falta de barcos cerealeros en el muelle 3, pasaron a oficiar de playón de estacionamiento, algo prohibido en su concesión. Con la gestión pasada el predio volvió a manos del Estado Nacional que se lo cedió al Consorcio para que Merlini elabore el pliego de licitación ayuna de interesandos.
Sin competencia desleal las cosas no mejoraron para la única playa habilitada. Siguió cosechando el desencanto de los camioneros. Los choferes se quejan que como el playón no está asfaltado, pese al compromiso en el proyecto de inversión, y cuando llueve los vehículos se ensucian y los tienen que levar antes de ser fiscalizados por Aduana y Senasa.
Que el permisionario es poco frecuente a entregar facturas por los servicios prestados es algo que no distingue el paso del tiempo.
Obviamente la Resolución 109 es cartón pintado en la actualidad. Los montos de las multas que contemplaba la norma, 1000 pesos a la segunda infracción y 5 mil a la tercera, no se actualizan desde hace ocho años. Y no hay registro de infracciones. En la actual administración reconocen sus dudas sobre las facultades de labrar actas de infracción por mal estacionamiento.
“Motivan las presentes actuaciones la insostenible situación que se presenta en distintos sectores dentro del ámbito de esta Jurisdiccion Portuaria, con la constante diseminación de Camiones de Pescado fresco, Semirremolques y Camiones Portacontenedores por la totalidad de la presente estación marítima, sin respetar los lugares habilitados para s aparcamiento”, dice la Resolución 113 y nada ha cambiado en estos años sino que ha crecido. Basta recordar que el año pasado pasaron 13189 contenedores por el escáner de Aduana. 10.746 camiones vinieron a buscar carga y se la llevaron por la ruta. Eso da un promedio de 30 camiones por día.
“Lo antes expuesto produce un grave trastorno a la operatoria portuaria, al entorpecer el normal flujo de circulación dentro de las diferentes arterias que conforman un conglomerado sistémico del puerto considerado como unidad y que entorpece el adecuado aprovechamiento del mismo como nodo logístico de intercambio de bienes y mercancías, causando además de pérdidas de tiempo en la operativa como así también accidentes con distintos vehículos que transitan por la zona portuaria”, aseguraron de la Gerencia Operativa, que respaldó la redacción de la Resolución.
“No podemos obligar a los camiones a que ingresen en Sout Group”, explican en el Consorcio Portuario en tanto reconocen que es un problema cuya solución es “compleja”.
Lo ideal sería que esos camiones no tuviesen que venir al puerto porque los contenedores no llegan por la ruta sino que las navieras los bajan vacíos en el puerto. Pero eso esta lejos de ocurrir. Todo lo contrario: la pérdida de carga exportable que evidencia Mar del Plata es un fenómeno que se profundiza
Si alguna vez llega otra naviera a competir con Maersk, como dijo el Presidente del Consorcio, o el operador del servicio logístico, TC2, chartea un buque propio como anticipó el año pasado -dudo de ambas cosas- habrá un doble beneficio: la mayor operatividad de la terminal marítima despejará de camiones/obstáculos, el paisaje portuario.