Por: Roberto Garrone

La pesquería de calamar es una de las tres más importantes del caladero nacional. La mayoría de las capturas, este año fueron más de 145 mil toneladas, las aportan barcos poteros, los que pescan de noche a fuerza de potencia lumínica que atrae al molusco y permite capturarlo.

La temporada de pesca hasta hace unos años comenzaba en febrero sobre la unidad de manejo al sur del 44°S. Para ampliar el período de zafra, el CFP autorizó que la actividad se adelante y los barcos ya pesquen en la primera quincena de enero.

Las primeras noches de faena ocurren sobre el stock desovante de primavera entre el 45°S y 47°S, donde se producen las capturas más abundantes. Cuando esta población disminuye la flota migra durante el mes de febrero más al sur, entre el 49°S y 52°S para pescar el stock sudpatagónico antes que migre hacia fuera de las 200 millas, donde es capturado por la flota extranjera.

Este año se intentó cambiar el orden y los barcos arrancaron la temporada bien al sur pero el resultado fue un fiasco. El calamar todavía no estaba en esa zona y luego de colar agua un par de noches, la flota “subió” a pescar el desovante de primavera. Volvieron en febrero y las capturas mejoraron con rendimientos de hasta 35 toneladas por barco, por noche.

Hace unas semanas CAPA, la cámara que agrupa a las empresas con barcos poteros –unos 70 en total, más de la mitad propiedad de empresas de capitales chinos- solicitó al CFP que la temporada 2023 comience el 7 de enero. Esto les daba tiempo suficiente para incorporar al personal que se embarca luego del año nuevo y llegar a zona de pesca.

Pero esta vez el CFP no avaló la propuesta del sector armatorial sino que adelantó la temporada para el 2 de enero al sur del 49°S. Es probable que tenga pocos participantes ya que para llegar tan al sur los barcos deben salir antes que termine el año. Con la dificultad que conlleva sumar marineros antes del brindis de fin de año, sabiendo que en esa zona, a esa altura del año, no hay calamar.

El estímulo para que reciban al 2023 lejos de sus familias y en medio del mar no parece muy tentador. A los que vayan los dejan pescar al sur del 44°S desde el 7 de enero. Un ofertón, nadie jamás dijo. Los que no vayan recién podrán arrancar a pescar al sur del 44°S el 10 de enero.

Un cuento chino que, pero por lo visto con las declaraciones del representante de Chubut en el CFP, conocidos los hechos, combina soberanía y política de la más berreta.

Adrián Awstin es, posiblemente, el miembro del CFP con más alto perfil de todos. Ex Secretario de Pesca de la provincia, también es el que más conoce del sector, sus actores, secretos y miserias. Casi como Liberman, el hoy Subsecretario Nacional, alejado de Máximo y sus fieles camporistas.

En declaraciones a medios chubutenses “Chuchi” salió a ponderar la decisión del Consejo como una defensa de la soberanía. Como que la flota nacional saldrá a pescar el calamar que migra a Malvinas. Una venta de humo monumental que viene a confirmar lo que algunos ya sospechaban luego de la Resolución 9 en la pesquería de langostino en aguas nacionales donde, efímera, pero también tuvo una alta exposición.

Tal vez imaginando una derrota del gobernador Arcioni, Awstin parece decidido a buscar refugio en alguna legislatura el año próximo y con ese objetivo se expone como custodio de los intereses nacionales.

Pero es muy curioso que hable de soberanía por 5 días de pesca cuando tiene en su provincia a empresas pesqueras que ofician de pantallas de grupos españoles con intereses y permisos de pesca en Malvinas. Estrella Patagónica/Pescapuerta, Pereira/Altamare, generan empleo, suman valor, tienen guarderías, aportan a la vida social y comunitaria, lo que quieran…. pero para esa fragante violación a la ley federal de pesca, el Consejero no emite una palabra.

Awstin también se muestra como un defensor del trabajo chubutense. El calamar no tiene muchos secretos ni peleas regionales como el langostino. La flota descarga en los puertos más próximos a la zona de pesca. Cuando pescan al sur del 44°S descargan en Deseado y Madryn. Cuando la temporada avanza y pasan a la unidad del norte, cobra protagonismo Mar del Plata.

Pero igual “Chuchi” se subió a ese escenario anodino. El funcionario reconoció a FM EL CHUBUT que, como ocurrió con el langostino en aguas nacionales, puede ser que el puerto de Mar del Plata reciba mayor cantidad de embarcaciones, debido a que «es más barato».

Es el más barato pese a que la estiba en este último tiempo actualizó el 65% el costo del servicio pero sobre todo es más rápido que la estiba patagónica y acá hay un servicio logístico con mayores prestaciones y más contenedores vacíos que en Patagonia. Y los barcos muchas veces prefieren perder alguna noche de pesca en navegación y entrar a Mar del Plata porque no hay demoras en la descarga.

Awstin podría haber dicho que este año Madryn aumentó los desembarques. Pero eligió el camino fácil de la supuesta amenaza externa que pone en riesgo el trabajo chubutense en lugar de ponderar algo positivo y, sobre todo, verdadero.

Porque posta, es real. Puerto Madryn recibió 37 mil toneladas de calamar este año, un 62% más que la zafra pasada. 62%… Hasta daba para tapa, quizás. Rueda de medios, seguro… Claro que ese crecimiento le quitó calamar a Puerto Deseado, que en el 2022 redujo sus descargas un 8%.

Pero ahí mejor no abrimos ninguna grieta… “Chuchi” no comulga con La Cámpora pero no romperá esos vidrios. Sabe que siempre le es más redituable pelearse con Mar del Plata que con Santa Cruz. Que los argumentos sean verdades o falacias no parece ser trascendente.


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