La bronquiolitis es la primera causa de internación infantil, con más del 30% de incidencia, y afecta a gran parte de la población infantil en medio de “una pandemia única y muy difícil”, advirtieron pediatras quienes agregaron que “las vacaciones de invierno pueden ser un factor agravante si dejamos de lado los cuidados de distanciamiento, uso de barbijos e higiene de manos”.
“Es una enfermedad viral que produce inflamación en los bronquiolos -las áreas más pequeñas y distales de los bronquios- encargados de llevar el aire a los pulmones”, explicó Carlos Velasco Suárez, integrante del servicio de Neumonología Infantil del Hospital de Clínicas.
Velasco precisó que “inicialmente los síntomas son leves e inespecíficos: fiebre, tos, decaimiento, congestión nasal, falta de apetito y complicaciones para conciliar el sueño, que bien puede confundirse fácilmente con un cuadro de resfriado o gripe común”.
Si bien menos del 10% de los pacientes con bronquiolitis requieren internación, esta enfermedad es la responsable de más del 30% de los casos de internación pediátrica en época invernal. En situaciones graves se requiere administración de oxígeno y en casos puntuales internación en una sala de terapia intensiva.
“En la actualidad no existe vacuna para prevenir los tipos de bronquiolitis causados por virus sincitial respiratorio o adenovirus. Pero dado que el virus de la influenza tanto el A como el B también causan bronquiolitis, la vacuna antigripal debe ser administrada anualmente en todo niño menor de 2 años”, explicó Velasco.
“La severidad de la bronquiolitis ocurre cuando la enfermedad progresa y el pulmón no puede cumplir con su función básica de oxigenación. Esto conlleva a un cuadro de insuficiencia respiratoria. La falta de oxígeno en sangre y tejidos y la acumulación de dióxido de carbono pueden poner en peligro la vida del niño que la padece”, sostuvo el profesional.
Dentro de las medidas preventivas de máxima eficacia figura la lactancia materna, fundamental para mejorar el sistema inmunitario del niño. Asimismo, numerosos estudios han demostrado que los niños expuestos al humo de cigarrillo en sus hogares tienen de 4 a 6 veces más riesgo de contraer la enfermedad o de requerir hospitalización por dicha causa.
Velasco Suárez comentó a Télam que “es importante que los padres tengan claros los síntomas y no se demore la consulta, ya que una vez que la enfermedad progresa se vuelve más difícil el control. Además, el chico pasa por cuadros respiratorios que incluso llegan a imposibilitar ingerir alimentos o dormir por las noches”.
Durante el 2020 con la cuarentena obligatoria, la incidencia de bronquiolitis y afecciones respiratorias en este grupo etario (lactantes y preescolares) disminuyó drásticamente. Este año el retorno de las guarderías y jardines maternales se manifiesta con un aumento de bronquiolitis sumamente importante y está afectando a niños un poco más grandes de lo habitual.
Al respecto, el médico pediatra advirtió que “en esta época de pandemia debemos insistir en la consulta ante síntomas de resfriado que empiezan a comprometer la respiración. Muchas veces, por miedo al contagio de Covid se retrasa la consulta por guardia, con peligro de llegar tarde y en un estado más delicado de salud”.
“Si antes eran lactantes (menores de 2 años) hoy vemos cómo niños con vía aérea más grande (diámetro de los bronquios) de entre 2 y 4 años, terminan internados por virus sincicial respiratorio, rinovirus, metaneumovirus”, dijo Velasco, y agregó que «quizá la falta de exposición de los niños a estos patógenos durante el 2020 los haya dejado con menos defensas ante estos virus”.
Además, “la amplia cobertura de vacunas para la gripe común generada por la pandemia muestra la efectividad que siempre pregonamos. Es muy importante esta vacuna para prevenir complicaciones en pacientes con riesgo respiratorio (asmáticos y dibujantes recurrentes) y los vulnerables por edad (menores de 2 años y ancianos”, dijo el doctor.
“Siempre es lindo disfrutar de las vacaciones de invierno en familia y con amigos. Pero debemos entender que estamos viviendo una pandemia única y muy difícil, y hasta que no estemos en un momento más ideal no debemos bajar la guardia”, concluyó el pediatra. (Telam)