¿Qué es mejor? ¿Comprar harina integral o blanca? Esta es una de las preguntas más frecuentes que se hacen los usuarios cuando llega el momento de adquirir todo tipo de panificados, entre los que podemos encontrar budines, panes, galletas y pizzas.
Lo que pocas personas saben es que, además de ser diferentes en su aspecto exterior, la harina común y la integral surgen a partir de diferentes procesos y realizan diferentes aportes a los organismos de aquellos que deciden consumirlas.
La harina común, es decir, la blanca, le aporta al organismo proteínas y almidón, mientras que la integral, la que contienen todos los productos que se comercializan en Hausbrot, se muele con la cubierta que recubre al grano y el germen del trigo, por ende, es rica en fibras, vitaminas del complejo conocido como B, minerales como zinc y potasio, hierro y ácidos grasos.
Beneficios de consumir productos elaborados con harina integral
¿Querés saber cuáles son las ventajas que obtienen las personas que deciden incorporar alimentos fabricados con harina integral a sus dietas? Te las contamos a continuación
Ayuda a bajar los niveles de colesterol
Los granos enteros que se muelen en la harina integral contribuyen a disminuir los niveles de absorción de lo que se conoce como “colesterol malo” y los de triglicéridos, dos de los componentes más peligrosos para el cuerpo humano, ya que son responsables de la aparición de condiciones cardíacas.
La fibra que contiene esta harina capta y arrastra el exceso de grasa, limpiando y depurando el organismo de todo tipo de sustancia tóxica.
Aumenta la sensación de saciedad
La harina integral cuenta con un bajo índice glucémico y, en consecuencia, se digiere de manera pausada, haciendo que la energía llegue a la sangre paulatinamente.
Esta característica brinda una sensación de saciedad prolongada y evita el almacenamiento en forma de grasa.
Ayuda al control del peso corporal
¿Te cuesta mantenerte en un peso saludable? ¿Querés o necesitás bajar algunos kilos, pero no estás dispuesto a dejar de lado los panificados? La harina integral es tu mejor opción para cualquiera de estas situaciones.
Dado que, a diferencia de la harina blanca, la integral aporta mayor sensación de saciedad, al consumir panificados integrales, incluso en pocas cantidades, las personas se sienten satisfechas rápidamente y por periodos de tiempo más prolongados.
Evita el estreñimiento
El alto contenido de fibra que posee la harina integral es ideal para mantener un funcionamiento adecuado y regular del sistema digestivo, evitando condiciones molestas y, en ocasiones dolorosas, como son el tránsito intestinal lento o el estreñimiento.
Asimismo, contribuye al crecimiento de la flora intestinal, en consecuencia, incrementa las defensas del organismo y evita el ingreso de bacterias y agentes patógenos.
Mejora los síntomas de la menopausia
Para todas las mujeres que se encuentran atravesando este momento particular en sus vidas, consumir harina integral es una excelente opción, dado que reduce el flujo de hormonas, aliviando los síntomas característicos de la menopausia.
Previene la aparición de dolencias degenerativas y crónicas
Gracias a su gran aporte de minerales y vitaminas que protegen al cuerpo de los radicales libres, los productos que contienen harina integral previenen enfermedades como Alzheimer, Parkinson y esclerosis múltiple, así como también síndrome metabólico, problemas cardiovasculares, obesidad.
¿Querés saber dónde adquirir panificados realizados con este tipo de harina? En el enlace https://hausbrot.com.ar/donde-comprar-pan-integral/ vas a poder encontrar el mejor pan integral.