La actividad económica en la Argentina sufrirá una merma en su ritmo de crecimiento hacia el fin de 2022 por efecto de la inflación, el aumento de la tasa de interés y restricciones a las importaciones complicarán la producción.
Esta es la conclusión de un nuevo estudio privado que compiló señales de distintos sectores de la economía y formuló la advertencia sobre el futuro de la economía.
“Uno de los efectos probables que desencadenará la aceleración de la inflación será la retracción del consumo. Si bien todavía no hay datos oficiales de lo acontecido en ese mes, la cifra de ventas minoristas publicada por CAME (Cámara Argentina de la Mediana Empresa) evidencia una baja interanual en julio de 3,5%”, indicó un informe de PwC.
En la misma línea alertó que “otro factor limitante para el crecimiento es el aumento sostenido de las restricciones a las importaciones” y remarcó que “por el momento, pese a los anuncios no se vislumbra que la crítica situación de las reservas del BCRA vaya a mejorar”.
A su vez PWC insistió en que “el hecho de que la brecha entre los tipos de cambio oficial y financieros se mantenga tan elevada mantiene las expectativas de devaluación y constituye un incentivo para demorar exportaciones, a la espera de una mejora cambiaria”.
“Otro limitante para el desarrollo de la economía real es la subida de las tasas de interés. El BCRA anunció a finales de julio un alza de tasa de 8 puntos que reforzó el 11 de agosto con otro aumento de 9,5 puntos llevando la misma a 69,5%, lo que representa una tasa efectiva anual del 97%. Si bien necesario para contener la inflación y las presiones cambiarias, esto genera un encarecimiento directo a los créditos demandados por el sector productivo y para consumo, impactando sobre la demanda”, explicó.
El trabajo recogió datos oficiales del INDEC y recordó que las encuestas de expectativas en la industria y la construcción expresaron un deterioro de las mismas. (NA)