El presidente Alberto Fernández afirmó que en su Gobierno «no se amenazan ni persiguen a fiscales ni jueces», por lo cual «ningún» funcionario judicial debe «sentirse en riesgo», y, al renovar sus críticas hacia el Poder Judicial, consideró que Juntos por el Cambio «no quiere que cambie esta justicia» porque, tal como funciona actualmente, «le es útil».
Así lo expresó en el marco de una entrevista que concedió esta mañana a El Destape Radio, en la que rechazó las interpretaciones que se hicieron desde algunos sectores de lo que fue un tramo de sus declaraciones de anoche en la señal Todo Noticias, y sostuvo que sus dichos fueron «tergiversados» y que el nombre del fallecido fiscal Alberto Nisman había sido introducido no por él sino por quienes hicieron la pregunta.
«Me dijeron si yo no temía que le pasara (a Diego Luciani) lo mismo que a Nisman, entonces yo, como la pregunta hablaba de Nisman particularmente dije lo que francamente creo. Hasta donde todos sabemos, no se ha podido probar otra cosa: Nisman se suicidó y no encuentro ningún motivo para que eso ocurra con el fiscal (de la causa Vialidad)», relató.
En ese marco, continuó: «Ahora, si la pregunta hubiera sido por la seguridad de los fiscales, yo hubiera respondido que en mi Gobierno no amenazamos ni perseguimos a fiscales ni jueces, con lo cual nadie debe sentirse en riesgo».
«El nombre de Nisman no lo introduje yo sino los que hicieron la pregunta», enfatizó Alberto Fernández, quien renovó sus críticas hacia el funcionamiento del fuero federal y sostuvo que los proyectos de reforma no prosperan porque, si la justicia tal como funciona actualmente «le es útil a un espacio político, es a Cambiemos», en referencia a Juntos por el Cambio.
Además, enfatizó que «el fiscal Luciani tiene que estar tranquilo» y sostuvo: «Él sabe mejor que yo porque no recibió ningún llamado del Gobierno nacional, ninguna presión. Nadie lo fue a visitar en mi nombre. Ningún espía lo fue a visitar. Ningún juez o fiscal deben temer por su integridad. Solo les reclamo a todos que se haga Justicia».
En ese sentido, dijo sentir «orgullo» por haber cumplido con su promesa de terminar «con las malas prácticas de los servicios de inteligencia operando» en los tribunales federales.
Respecto de la situación de la justicia federal, recordó su intento para reformarla a través de un proyecto de ley que buscaba que «deje de ser un coto cerrado de doce jueces que manipulan los tiempos de las causas a su antojo».
«En verdad, ¿cuál es la realidad? Que Cambiemos no quiere que se cambie la Justicia. No quiere porque esta justicia les sirve a ellos. Si esta justicia le es útil a un espacio político, es a la oposición», subrayó Alberto Fernández en la extensa entrevista que brindó esta mañana.
Allí, además, volvió a referirse a la situación de la Justicia, la necesidad de una reforma del fuero federal, y señaló que en la causa en la que se encuentra acusada – entre otros- la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner por el supuesto direccionamiento de la obra pública en Santa Cruz, se están dando errores procesales que pueden concluir en la nulidad de lo actuado.
Más allá de sus críticas, el mandatario remarcó que existen magistrados «probos» y nombró entre ellos a Daniel Rafecas, María Servini y Sebastián Casanello.
Sobre el juicio que se sigue contra la vicepresidenta, Fernández señaló que, «en este caso, como la prueba era insuficiente, incorporan prueba de otros procesos en los cuales Cristina no fue indagada».
«Es inadmisible condenar a alguien que no fue indagado. El acusado tiene derecho a declarar en cualquier momento del juicio hasta que se dicta sentencia. La indagatoria es el primer acto de defensa. Tenes la obligación de tomarle declaración esa declaración porque el riesgo de nulidad es muy grande», afirmó.
Por ello, dijo que el trabajo de Luciani «en términos de derecho penal» es «de una pobreza magnífica».
Entre otros puntos, señaló que la fiscalía le atribuyó a Cristina «delitos dolosos, que exigen dolo directo, que es algo que hay que probar».
«Si (Luciani) dice que Cristina ‘no podía no saber’, es porque no lo probó», argumentó el mandatario, también profesor de Derecho Penal en la Universidad de Buenos Aires.
Por otro lado, subrayó que en la causa sobre obra pública, en realidad, se persigue «una lógica de disciplinamiento de los poderes fácticos hacia cierta dirigencia política». (Telam)