En el último tiempo, el Instituto Obra Médico Asistencial (IOMA) viene recibiendo cientos de críticas por la escasa cobertura, demoras en los pagos y la falta de turnos. Una muestra de ello, es el reclamo que realizó la marplatense Emilia Díaz a la obra social en medio de un tratamiento contra el cáncer.
Según explicó Emilia en una carta difundida a la prensa, en abril de 2020 la diagnosticaron con cáncer de colon, lo que derivó en un largo camino de cinco años con operaciones de urgencias, la colocación de una maya, quimioterapias, rayos y pastillas. De acuerdo al testimonio de la platense, en todo ese momento la obra social le negó la cobertura.
“En todo mi tratamiento, mi oncólogo se abocó a lo que IOMA no podía cubrir. Como ustedes ya saben, en el 2024 IOMA comenzó a tener problemas con las prestaciones en las clínicas y con algunos médicos los cuales ya no atendían”, recordó Emilia, en relación al conflicto con la obra social bonaerense.
Frente a esta situación, la marplatense se apersonó en IOMA para reclamar una solución, pero la respuesta de las autoridades fue simplemente que cambie de médico y de clínica. “Yo hace más de cuatro años me atiendo con la misma persona, que me hizo las operaciones para parar la hemorragia producto del cáncer”, mencionó.
En el pasado marzo, casi cinco años después de que le hayan diagnosticado el cuadro oncológico, su doctor de cabecera le entregó una planilla para exigir el 100% de cobertura por parte de IOMA, que tenía que ser derivado a las oficinas de la mutual. Sin embargo, al día de hoy sigue a la espera de la autorización por parte de la obra social.
“Pasados los días, fui a averiguar cómo iba el trámite y me dijeron que vuelva la próxima semana porque el documento estaba en auditoría. Pero cuando volví a la delegación, el mismo señor me dijo que vuelva la otra semana porque se había producido una tardanza debido al cambio de autoridades”, relató Emilia.
A partir de ese momento, la mujer asiste todos los martes, jueves y viernes a IOMA para enterarse si finalmente la obra social le abonará la cobertura correspondiente a su operación. “A este punto, me di cuenta como les gusta jugar con la vida de las personas, en este caso con la mía”, lamentó.
“No sé qué más hacer, lo único que quiero es vivir, hacer una vida normal. Hay momentos que los dolores no me dejan levantarme de la cama, solo con la ayuda de la medicación puedo salir a caminar con mis dos hijas, las cuales son el apoyo más grande que tengo. Les pido a las autoridades de IOMA que me autoricen los estudios, por favor”, finalizó Emilia su escrito, que generó una ola de reacciones y de apoyo de otros afiliados que siguen esperando la respuesta de la obra social.
En efecto, actualmente el IOMA acarrea una larga lista de críticas por su funcionamiento, caracterizado por falta de pagos, demoras en la provisión de turnos, prácticas médicas restringidas, prótesis que no llegan, cobertura bioquímica insuficiente y abandono en la asistencia odontológica. Lejos de solucionar estos problemas, el titular de la mutual, Homero Giles, dispuso una política de policonsultorios, unidades sanitarias que tenían el objetivo de aliviar la carga de los hospitales, pero que nunca llegaron a resolver los problemas estructurales.
En ese sentido, la gestión del gobernador Axel Kicillof creó la Asociación Civil de Establecimientos Asistenciales y Prestadores Privados (ACEAPP), que sirve como intermediaria entre IOMA y los policonsultorios, que es la principal apuntada por los afiliados por la falta de cobertura y de turnos, un drama que atraviesa a Emilia y los más de dos millones de afiliados dispersos por toda la provincia.
Sumado a las pocas prestaciones, las críticas contra la ACEAPP se vienen centrando especialmente en la presidenta del intermediario, Silvina Mariel Fontana, que también lidera RM Salud SRL, una empresa que posee al menos cuatro policonsultorios dentro de la misma red que financia y gestiona. El conflicto de intereses es escandaloso: Fontana paga con fondos públicos a una estructura que también le reporta beneficios privados.