Dos de los cuatro acusados de integrar una secta que reducía a la servidumbre y explotaba sexualmente a sus fieles en Mar del Plata, declararon en la segunda jornada del juicio que se le sigue a los miembros de esta organización, y desconocieron los hechos imputados, informaron fuentes judiciales.
Sinecio de Jesús Coronado Acurero y Luis Antonio Fanesi prestaron declaración ante el Tribunal Oral en lo Criminal Federal 1 (TOF 1) de la localidad balnearia, y apuntaron en la misma línea que al ser indagados en el marco de la instrucción.
Fuentes judiciales aseguraron que ambos acusados desconocieron los hechos por los que son acusados, por los que también son juzgados Silvia Cristina Caposiello, pareja de Eduardo Nicosia, el líder fallecido de la secta, y Fernando Ezequiel Velázquez.
Ambos hicieron hincapié además en el desarrollo y funcionamiento de la organización en Venezuela, desde su surgimiento a fines de la década de 1970, antes de su desembarco en Mar del Plata en 2005, en línea con lo señalado en la apertura del juicio por la defensa, que planteó que los hechos se encontrarían prescriptos.
Los cuatro imputados están acusados de formar parte de la congregación y detectar las vulnerabilidades de personas que se acercaban a seminarios de yoga y actividades ofrecidas en un hotel ubicado en el Centro marplatense.
A diferencia de Coronado Acurero y Fanesi, se negó a declarar Velázquez, acusado por intervenir en su carácter de psicólogo e instructor de yoga, con el dictado de conferencias, «a partir de las que mantenía charlas personales con algunas de las personas que allí asistían, detectando sus vulnerabilidades e informando luego de ello a Nicosia, a fin de lograr su captación», de acuerdo a la instrucción.
En la próxima audiencia, programada para el lunes 27, está prevista la declaración de Caposiello, y el testimonio de las primeras víctimas.
El juicio se desarrolla en el TOF 1, integrado por los jueces Roberto Falcone, Fernando Machado Pelloni y Nicolás Toselli.
Los magistrados deberán determinar si los acusados son responsables del delito de trata de personas cometido contra 32 víctimas que eran reducidas a la servidumbre y explotadas económica, sexual y laboralmente.
De acuerdo a la acusación fiscal, los miembros de esta organización, con rasgos propios de una secta, alteraron además la identidad de al menos trece niños y niñas, hicieron acopio de un arsenal de armas e incurrieron en el delito de «resistencia a la autoridad» cuando la Justicia Federal dispuso una serie de allanamientos en sus instalaciones, en 2018.
La instrucción de la causa, a cargo de Fiscalía Federal 2 marplatense, incluye además denuncias por abuso sexual agravado.
Los hechos imputados ocurrieron entre «principios de la década de 1970 en Venezuela y a partir del 2005 y hasta el allanamiento del 3 de julio de 2018 en Mar del Plata».
Tras el inicio de sus actividades en la ciudad balnearia, de acuerdo a la acusación, la organización actuaba desde el Hotel City, ubicado en Diagonal Alberdi 2561.
«Nicosia y sus consortes se valían de un proceso de coerción psicológica y aislamiento de las víctimas, típico de las organizaciones sectarias, generado a partir de la manipulación psicológica que se les imponía», sostuvo la fiscalía en la primera audiencia. ( Telam)