En el marco de las celebraciones de la Navidad, el obispo diocesano, monseñor Ernesto Giobando SJ, realizó una visita pastoral a distintas unidades del Complejo Penitenciario de Batán y a la Casa de Libertad y Misericordia de Mar del Plata, llevando un mensaje de conversión, esperanza y cercanía a los internos y a las personas que transitan procesos de reinserción social.
Durante su recorrida, monseñor Giobando visitó la Alcaidía N° 44 y las Unidades Penales N° 15 y 50 del Complejo Penitenciario de Batán. En cada una de ellas celebró la Santa Misa de Navidad y compartió un momento de diálogo con los internos, a quienes animó a renovar la confianza en Dios y a abrir el corazón al verdadero sentido de la Navidad. Destacó que “la libertad más profunda viene de Dios, que ofrece esperanza incluso en las situaciones más oscuras” y aseveró que “el poder de la cruz rompe las cadenas que tantas veces atan interiormente a las personas.”
Asimismo, el Obispo se visitó a la Casa de Libertad y Misericordia, un espacio destinado a acompañar a quienes han recuperado la libertad tras cumplir una condena, promoviendo su inserción en ámbitos educativos, laborales, socioculturales y en las comunidades de fe, bajo la conducción de la hermana Helena Kuc y la pastoral carcelaria. Allí dialogó con las personas que participan de los programas de acompañamiento, bendijo el lugar y destacó la importancia de continuar la misión pastoral más allá de los muros penitenciarios.
Acompañado por los capellanes de cada establecimiento y por los referentes de esta obra de misericordia, el Obispo mantuvo además encuentros con las autoridades penitenciarias y con quienes acompañan a los liberados, manifestando la cercanía de la Iglesia y su presencia pastoral en los diversos ámbitos donde se ejerce la caridad cristiana.