Christian Gilberto Bustos, acusado de de trata de personas con fines de explotación sexual, se enfrentó al Tribunal Oral Federal de Mar del Plata que abrió ayer el debate oral y público que lo tiene como único imputado por los delitos cometidos contra una mujer, su hija y una ex pareja.
Según la acusación, Bustos está señalado bajo la modalidad de acogimiento, además de explotación económica del ejercicio de la prostitución, abuso sexual reiterado y agravado por haber sido cometido contra una menor de edad, además de reducción a la servidumbre en perjuicio de la misma adolescente.
Según informó el sitio Fiscales.gob, el Ministerio Público Fiscal de la Nación fue representado por el fiscal Carlos Fioriti y el secretario Alejandro Boranwski, quienes dieron cuenta de los hechos a probar. Fioriti sostuvo que Bustos deberá responder como autor penalmente responsable, mientras que el acusado optó por su derecho a no declarar en primera instancia.
Según explicó la parte acusadora y sobre el acogimiento, el hombre abusó de la situación de vulnerabilidad que atravesaba la víctima, y mediante violencias, amenazas e intimidaciones, sometió a la mujer a la prostitución, por lo que obtuvo un rédito económico a través de su explotación.
Sobre el segundo señalamiento -abuso sexual agravado- refiere en perjuicio de quien era entonces una adolescente, hija de la mujer sometida, por lo que aprovachó la situación de convivencia y la forzó a cumplir tareas domésticas de manera coaccionada.
El tercer hecho tiene como víctima a otra mujer, anterior pareja del acusado, a quien habría explotado sexualmente para su beneficio económico, mediante violencia e intimidación, tras un vínculo que había iniciado cuando ella era menor de edad y terminó cuando la mujer puso fin al “superar la dependencia y el miedo hacia el denunciado” y abandonó el círculo prostituyente.
Sobre el primer caso, se estableció que el hombre coordinaba los encuentros para la explotación y tenía control permanente sobre los actos de la mujer. Además, se señaló que atravesó violencias, amenazas, humillaciones reiteradas y así estableció una relación de dependencia económica y afectiva, agravada luego de haber cortado los vínculos familiares de contención.
En esta primera audiencia prestaron declaración testimonial una de las mujeres explotadas y su hija, ambas víctimas del acusado.
