Por: Roberto Garrone

Los socios de la CaFACH estaban tan confiados en poder cerrar el acuerdo paritario con el SOMU esta semana en los 1250 pesos por kilo para el langostino hasta diciembre y 1300 pesos hasta marzo, que hasta ya habían realizado el sorteo de los barcos que participarían de la prospección.

En una pizarra de la cámara que agrupa a buena parte de la flota amarilla quedaron plasmados con un fibrón rojo los 16 buques seleccionados, entre los que aparecían el “Siempre Don Vicente”, “Tehuelche”, “Padrino”, “Nuevo Anave”, “Vamos a Probar”, “Altar”, “Misal”, “Siempre Don Oscar”, “Punta Pardelas”, “Valeria Alejandra”, entre otros.

Hasta fecha de zarpada habían fijados: 28 de octubre para comenzar todos juntos a prospectar durante dos días el área sur y en dos grupos de ocho, dos días más para relevar entre el 43° y 43°30¨S y el 43°30¨S al 44°S.

Pero pasaron cosas… Lo que parecía sellado el jueves por la tarde, luego de la reunión que mantuvieron Daniel Cistera y Sebastián Viel, los referentes de la Seccional de Rawson, con Gustavo González, y a la distancia, Raúl Cereseto, referentes de la cámara patronal, se desvaneció con el correr de las horas y terminó de implosionar el viernes.
Vamos por partes… La patronal evaluaba firmar por 1300 pesos por kilo, 50 pesos más de lo que ya habían acordado con maquinistas y patrones, pero extendían ese valor por toda la temporada.

Dilucidar si esa cifra fue una imposición del gremio o una oferta de la patronal parece una tarea infructuosa. “Lo ofrecieron ellos pero lo rechazamos. Queremos 1400 a partir de enero”, indicó Cisterna ante la consulta de este cronista, tras el rechazo de la asamblea (Foto).

“Es mentira –refutó Giuliano Vestuti-. Me vinieron a ver a mí, también a Gustavo (González) pidiendo que mejoremos la oferta con el compromiso de que la aceptaban en la asamblea y se firmaba”, amplió el armador y socio de la Cámara. “Estábamos dispuestos a pagar 1300 pero nosotros no lo ofrecimos”, reiteró.

Si algún lector desprevenido no está muy familiarizado con los niveles salariales que se pagan en la flota amarilla de Rawson durante la zafra de langostino, un par de datos relevadores.

El SOMU demora el inicio de la zafra por dos caramelos y es mucho más lo que pierde de lo que gana. Por cada día que el barco queda amarrado en muelle, sin salir a pescar, un marinero pierde de ganar casi un millón de pesos.

Pongamos el caso de un costero de 1500 cajones, a razón de 650 pesos brutos por cajón. La pérdida es más costosa si pensamos que impacta en el aguinaldo, los francos y las vacaciones. “Te aseguro que es mucho más que lograr un aumento de 100 pesos por kilo”, indicó Gustavo González, el presidente de la Cámara.

Del lado de los marineros tienen sus argumentos para rechazar la oferta. “El tipo de cambio se apreció 50% desde el año pasado y nos quieren pagar lo mismo en pesos que el año pasado cuando ya cedimos el 1000% de la inflación y por más que digan que les pagan 1,80 dólares el kilo del pescado, pedimos que compartan esa ganancia”, dijo un marinero durante la asamblea del viernes.

El precio de venta en muelle es otro de los interrogantes. Con demanda insatisfecha del langostino entero a partir de la mitad de las descargas de la flota congeladora en aguas nacionales, la captura de los costeros de Rawson tendrá alta demanda, al menos en el inicio de la zafra.

“Por la salud financiera de los frigoríficos mantendremos ese valor de 1,80. No podemos repetir lo del año pasado en que perdieron mucha plata. Si todos hacemos un esfuerzo el negocio puede servirnos a todos”, reconoció Tato Cereseto.

Salvo “Carli” Roca de la concursada Mirabella, el resto de las plantas saldaron buena parte de la deuda por el langostino que compraron a los barcos en la zafra 23/24. Si la burbuja no estalla rápido tendrán un buen margen vendiendo por arriba de 7 dólares el kilo.

Los armadores aseguran que todos los días reciben mensajes de marineros ofreciendo sus servicios para embarcar. Y que sus tripulaciones están dispuestas a salir a pescar por los valores ofrecidos pero en la asamblea del viernes esa postura no primó sobre el resto. “Tienen miedo de quedar expuestos a represalias por tipos que solo buscan romper cualquier acuerdo”, sostienen.

En la CaFACH siempre destacaron a Cisterna como mejor interlocutor de Vera, con más sentido común que el anterior referente, corrido por la cúpula nacional luego de firmar el acuerdo el año pasado, pero estas dilaciones quedaron fuera de todos sus cálculos.

En la Cámara no tienen más remedio que firmar con el SOMU. La posibilidad de establecer acuerdos individuales es una alternativa inviable porque de hacerlo se quedarían sin el beneficio del “Acuerdo Fernet” en la liquidación de los salarios. Y con los sueldos de 8 cifras que abona la mayoría de la flota a sus tripulaciones, pagar el 70% como suma no remunerativa implica un ahorro millonario.

Al cierre de esta columna se especulaba con que en el SOMU no quisieron ponerle firma al acuerdo por un posible resultado catastrófico para el gobierno libertario que pudiera disparar el tipo de cambio. Cisterna lo minimizó. “Alguien lo expresó en la asamblea pero no es por eso que no firmamos sino porque creemos que la oferta es insuficiente”, aclaró el dirigente.

Con el fracaso de las negociaciones, en la CaFACH posiblemente gane terreno el ala dura; los que piensan parecido al out sider de Fernando Álvarez. El CEO de Conarpesa ya había avisado que no había mayor oferta que esos 1250 pesos y hasta el jueves, todos se mantuvieron en ese límite, también como un gesto para no dejarlo en off side.

“En la semana, cuando volvamos a juntarnos con Cisterna, es posible que la oferta sea de 1200 pesos, menos que antes”, especulaban en la cámara mientras borraban la lista de los barcos sorteados en la pizarra. En el sector sobraban caras de perplejidad. Muchos todavía no alcanzaban a descubrir dónde se les había escapado la tortuga.

En la hoja de ruta de las negociaciones si se cristaliza esa idea, imaginan que se correrá de la escena Gustavo González y recuperaría protagonismo el propio Álvarez Castellano. La jugada es riesgosa e implica tirarla al fleje. Con el “Gallego” todos saben donde arranca la pelea pero nadie puede acertar dónde termina.

Por lo pronto, los más optimistas piensan que la primera quincena de noviembre ya está perdida.

Buen domingo.


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