El presidente Javier Milei expuso este mediodía fuertes críticas a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) durante la Asamblea General que celebra de manera anual en Nueva York, y exigió la libertad del gendarme Nahuel Gallo, detenido en Venezuela.
El mandatario recordó su discurso del año pasado, con cuestionamientos hacia la organización, y pese a que remarcó que cree en el fin original del organismo, pidió rechazar “las extralimitaciones que acompañan a las agendas nobles”.
Además, dedicó una parte de su exposición a criticar al gobierno de Nicolás Maduro, al que le exigió la inmediata liberación del gendarme argentino Nahuel Gallo, secuestrado en Venezuela desde el 8 de diciembre de 2024.
No solo cuestionó la situación del Gallo al asegurar que fue víctima de una “desaparición forzosa” sino que pidió “su inmediata liberación”, y lanzó un llamado a la comunidad internacional para que respalde el reclamo “en defensa de los principios más básicos del derecho internacional y de la dignidad humana”.
Las marcadas diferencias con la ONU y el alineamiento con Trump
En el marco de su doceava visita a Estados Unidos, y con motivos de la 80° Asamblea General de las Naciones Unidas, el libertario reafirmó que su gestión no acompañará “nunca el cercenamiento de libertades individuales, comerciales, ni la violación de los derechos naturales de los ciudadanos de los estados miembro”.
“El exitoso modelo de Naciones Unidas que hablaba de la necesidad de ‘paz sin victoria’, y que se fundaba en la cooperación de los estados nación se vio reemplazado por un modelo de gobierno supranacional de burócratas internacionales, que buscan imponerle a los ciudadanos del mundo un modo de vida determinado”, criticó.
Según expuso Milei, “los dirigentes prefieren hacer todo lo que está a su alcance para mantener el statu quo heredado aunque sea a costa de las consecuencias futuras”. «Incendian el futuro, para mantener caliente el presente”, ponderó al tiempo que subrayó que las condiciones de crecimiento las determina el derecho a la propiedad y el libre mercado.
Asimismo, el mandatario rechazó la violación del principio de “la igualdad ante la ley” y la apertura «a la inmigración indiscriminada por razones políticas”, la que calificó de invasión, y responsabilizó a los organismos de cooperación internacional, a la ONU entre ellos, por las problemáticas mencionadas.
“Con el correr de los años, esta organización ha ido adquiriendo funciones ajenas a su espíritu fundacional. Ha ido creando una hipertrofia de administraciones que son poco efectivas a la hora de resolver los problemas”, denunció el libertario, y enumeró: “Así se engrosan las responsabilidades de la ONU y los aportes recibidos por parte de las naciones miembros, y se redujeron los resultados”.
Ante la mirada atenta de los jefes de Estado, Milei denunció que “en las organizaciones internacionales nadie rinde verdaderamente cuentas por fallar en la resolución de un problema”, y expuso los “malos resultados” de la agenda 2030.
“Es mi deber advertir contra este mal porque en la Argentina lo vivimos hasta su consecuencia natural. Llegamos al final del cómodo camino al que conduce desentenderse del futuro. Venimos de un futuro que, para ustedes, aún no ha terminado de llegar. Y quiero decirles que están a tiempo de evitarlo”, alertó.
En otro pasaje de su exposición que duró poco más de 15 minutos, el jefe de Estado destacó su alineamiento con Estados Unidos, específicamente con la administración de Donald Trump, a quien destacó por combatir la inmigración ilegal e impulsar “una limpieza de la captura institucional del Estado americano”.
“Este tipo de desafíos que tanto el presidente Trump como yo estamos abordando, tienen un denominador común que todos los países del mundo, e incluso las organizaciones supranacionales, deben enfrentar. Deben encontrar la manera de recuperar un interés por el futuro, y no sucumbir a la tentación de solo atender el presente”, aseveró.
Para Milei, “hace falta volver a las bases”, y recuperar la noción de lo prioritario para “hacer lo difícil y correcto, por sobre lo fácil y cómodo”. “Creo que hablo por todos al decir que nos gustaría que la ONU lidere este cambio de paradigma, regresando a las bases que la han convertido en la gran organización que supo ser”, pidió.
Los principios propuestos para “encauzar” la ONU
Luego de hacer públicas sus profundas diferencias, el mandatario contrapropuso cuatro principios que aseguró que permitirán “encauzar” la organización.
En primer término pidió que “la misión central de la ONU” sea preservar la paz y la seguridad internacionales, por lo que planteó “lo demás debe concebirse como complementario a ese fin”. “La gestión estratégica de los recursos de esta institución requiere, por lo tanto, apegarse a esas prioridades, no a otras”, especificó.
En segundo lugar, planteó que “la ONU debería intervenir sobre un tema únicamente cuando sea evidente que el problema excede, de manera demostrable, las capacidades de acción nacional”, y en los demás casos “devolver” la iniciativa a los Estados.
El tercer principio que mencionó el Presidente fue el de “eficiencia institucional” en el que exigió la realización de auditorías, el cierre de programas que definió como “ineficaces”, la consolidación en agencias únicas, y un financiamiento sometido a “resultados verificables”.
En último lugar, propuesto el principio de “simplificación y racionalización normativa” que incentive a la cooperación internacional y de lugar al apoyo de iniciativas que “no restrinjan la capacidad de los estados de liberar sus fuerzas productivas, atraer inversión y fomentar el comercio, que son el camino más exitoso para reducir la pobreza”.
En el tramo final de su disertación, reiteró el reclamo “legítimo e irrenunciable” sobre la soberanía de las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sándwich del Sur y los espacios marítimos circundantes que permanecen ocupados ilegalmente, e instó a Reino Unido a reanudar las negociaciones bilaterales.
Por su parte, repudió a las expresiones de “violencia fundamentalista”, y pidió a la comunidad internacional la necesidad de fortalecer la cooperación jurídica para condenar a los responsables.
Además, denunció que el mundo transita “una escalada inadmisible en la violencia política por parte de la izquierda”. “Es inadmisible recurrir a la fuerza allí donde las razones fallan, por eso repudiamos enfáticamente estos procedimientos que atentan contra las normas básicas de convivencia democrática”, afirmó.
Por último, reiteró su exigencia por la liberación de los rehenes que aún permanecen cautivos en la franja de Gaza en manos del grupo Hamas.