Por: Roberto Garrone
El viernes a mitad de mañana había dos posturas enfrentadas en torno a la segunda prospección que languidece como Figal en Boca.
Era cuando todavía no se sabía la decisión que tomaría el SOMU, en realidad cuándo anunciaría el paro total de actividades vencida la conciliación extendida por la discusión de los básicos con las cámaras que agrupan a toda la flota congeladora y en la mesa chica patronal que diagrama la estrategia de negociación con los sindicatos de la marinería para reducir sus salarios no se ponían de acuerdo.
Estaban quienes pensaban que, ante la ausencia de inscriptos debían forzar a López Cazorla para que la declare desierta. Como un nuevo mensaje de unidad hacia los gremios; de que la cosa va en serio y si no se ajustan algunos costos el 2025 será un año sin zafra.
Esta vez ni siquiera se anotó Cesarino con el “Niño Jesús de Praga”. Haberse inscripto en la primera prospección generó un temblor interno en UdIPA, cámara a la que pertenecía. “Nadie lo expulsó ni lo presionó para que salga; se fue solo porque entendió que se había equivocado”, confió uno de los socios, que espera que vuelva pronto.
Del otro lado estaban los que preferían que quedara abierta y casi olvidada, justamente para no elevar la temperatura al caldo de protestas que animan los dirigentes en Madryn, y que, temen, pueda desbordarse y afectar instalaciones de las propias empresas.
Vencida la conciliación obligatoria en la negociación de los básicos el paro del SOMU que se descontaba llegó con la inclusión de la flota fresquera de altura. Apenas se demoró la zarpada de un par de barcos que llegó la conciliación obligatoria desde Trabajo.

Este lunes en Mar del Plata habrá una movilización de todos los gremios para mostrar que hay otras crisis más allá de la puja tangonera congeladora. En el puerto local hay solo 15 barcos de los 113 que componen la flota.
A poco de las elecciones y con un Intendente que finge desconocer la tormenta perfecta desatada más allá de Juan B Justo, seguro le harán un llamado de atención para que deje el traje libertario, abandone la persecución de trapitos y se haga cargo de la crisis laboral, económica y financiera que atraviesa a miles de marplatenses.
En Madryn “Castor” Zapata no solo les mintió a los relevos con que ya salían los barcos a la prospección, o que serían sancionados si no salían a pescar, sino que ni siquiera Nacho Torres le habría dicho que pondría micros a disposición de los tripulantes para visibilizar el conflicto en capital, luego de visitar al Subsecretario de Pesca.
Ese gesto del Gobernador tensó la relación con los referentes de la pesca congeladora chubutense y hasta le pidieron que se corra de la escena, cosa que ha hecho Torres prolijamente por estos días. Pero las bases de marineros en Madryn, alimentadas con falsas promesas, pueden generar algún conflicto que dinamiten las negociaciones.
Negociaciones que las empresas llevan adelante con sus marineros a distancia, vía whatsapp y con las cúpulas sindicales más allá de la diferencia horaria con Londres, donde se hospedó Navarro por estos días de cumbre de la OIT.
El recibo de sueldo que divulgó Fernando Alvarez el jueves por la tarde entre sus trabajadores era tal compendio de inexactitudes que llevó a pensar a varios de sus colegas si toda esta novela de inactividad valía la pena por apenas una reducción salarial del 10%.
“Vos te crees que solo el SOMU tiene Durdos y Navarros”, ironizaba un lobbysta marplatense el viernes por la mañana, haciéndose cargo de lo que le tocaba en la misma trinchera.
La estrategia de la patronal ahora, ha quedado a la vista más allá de este grosero pifie, es visibilizar lo que ganan los tripulantes, o lo que dejan de ganar con la flota parada. El último cálculo emitido desde la patronal a sus marineros era por producción diaria de 12 toneladas.
En ese modelo un marinero de un buque que faenaba 4 toneladas de L1, 6 de L2 y 2 de L3 por día cobraba 493792 pesos diarios. Con la adecuación solicitada, la tonelada de L1 pasa de 43,93 a 37,27, la L2, de 41,65 a 35,34 pesos y la L3 de 34,09 a 28,92 pesos.
La misma producción con los valores ajustados alcanza los 418.975 pesos. Por día. Los buques oscilan entre las 90 y 110 toneladas mayoritariamente y hacen entre 10 y 15 toneladas por día. Salvo el José Américo que puede llegar a hacer hasta 20. La patronal confía en poder acomodar las fichas del rompecabezas que hoy todavía flotan en el aire.
Aseguran que todos los proveedores mantendrán valores del año pasado y hasta la estiba promete hacerlo. En la estructura de costos los tripulantes representan el 60% y los afiliados al Gallo Gutiérrez, apenas 3%, contó Damián Santos este jueves en “Desde el Muelle”. Más allá de las promesas de Alexis algunos no descargan que el reajuste que buscará aplicar para el trimestre mayo/julio sea del 17%.
Ese número afectará a los frigoríficos que en definitiva son los que absorben esos costos pero no permiten elevar el número final para el langostino fresco. Encima Luis Nuñez también tiene el acta vencida y avaló la pelea de Durdos en alta mar.
“Se abraza a un tipo que rechaza que marineros ganen un poco menos aunque eso sea tres veces más de lo que ganan sus trabajadores y con ese capricho ponga en riesgo la temporada y el salario de tus afiliados. Está viejo y se le escapó la tortuga”, analizaban en Madryn después de la foto.
¿Se lograrán cerrar todas las puertas todavía abiertas en estas dos semanas como para producir el milagro de resucitar una zafra que hoy no tiene pulso?
¿Los fresqueros saldrán a pescar a pesar del precio bajo en muelle, la amenaza de las multas, el rechazo a que las mareas no se contabilicen como de días efectivos de pesca, la falta de acuerdo paritario y la bomba de tiempo en manos del “Gallo” Gutiérrez? “Así no vamos”, contestan los armadores.
“Se puede discutir todo pero con los barcos en el agua”, ha dicho Pablo Trueba en las audiencias pasadas. En esas audiencias le han reprochado a Navarro haber aceptado rebajas salariales en años electorales: No hace mucho: pandemia 2020. “Hoy vivimos algo peor”, sostienen las empresas.
El SIMAPE había convocado a todos los gremios a la discusión en la flota congeladora tangonera, pero este nuevo paro que decretó Durdos mató el expediente. Ahora se volvieron a separar y cada gremio negociará por separado.
Lo que seguro queda fuera de discusión es la forma en que los barcos de CEPA abonan el aguinaldo: el mejor mes contra el promedio que liquidan los asociados a CAPECA.
Si la flota se pone en marcha ese no parece ser un problema para Moscuzza ni para Solimeno. El resto de los actores valora la decisión de ambos armadores de mantenerse firmes y acompañar al resto en la batalla por reducir costos.
“No sé si les dolerá pagar el aguinaldo de esa forma; seguro que no estar pescando les duele mucho más”, analizó un colega.
Por eso tal vez lanzaron la oferta de poda apaciguada. Ya no es el 40% sino que llega en torno al 17% Porque ya negocian contra reloj. Es que el paro del SOMU afecta a la flota congeladora merlucera y ya saben que el “Ponte de Rande”, “Navegantes” o “Luca Mario”, los ex doctorados en nototenia, son el talón de Aquiles de Tony. Si le paran esos barcos ya avisó que saca los pies del plato y deja al resto a la intemperie.
Buen domingo
Foto: Revista Puerto