El Museo MAR invita a toda la comunidad a participar durante mayo y junio de la iniciativa “Fechas patrias POP”.
A partir de la consigna ¿Qué nos dice de la construcción de la memoria las producciones de los niños en los contextos educativos primarios? es que se convoca a que se acerquen al Museo con un dibujo alusivo a las fechas patrias para ser exhibido junto a la obra de Diego Manuel Rodríguez: “25 de Mayo Pop” que integra la muestra Tramas II.
Pueden ser producciones escolares alusivas como portadas de cuadernos de clase, tareas, escritos, en relación a estas fechas conmemorativas. Las piezas se irán exponiendo en la sala hasta el cierre de la muestra y pueden ser en papel en un formato que no supere el A4 y tanto los estudiantes como quienes ya pasaron por la escuela traigan su recuerdo. Deberá entregarse en el punto de informes de martes a viernes de 10 a 16h y sábados y domingo de 14 a 20h.
La obra inspiradora de Diego Rodriguez “25 de mayo pop” está quizás más directamente asociada con la gesta sanmartiniana y la independencia y reimagina la lluvia del 25 de mayo de 1810, el cabildo y sus personajes a través del color, la iconografía y la sutil parodia.
La pintura forma parte de la cambiante serie de cabildos con los que Rodriguez trabajó asiduamente los últimos años, y que en este caso recupera un expresionismo caricaturesco con ecos a los dibujos obligatorios de la escuela.
Aunque pueden parecer cercanos al humor, no hay en ellos más que expresionismo, drama disfrazado de risa. Al frente de la escena hay un caballo dientón, y el pueblo sonriendo también enseñando los dientes, como lo hacían las pinturas de Molina Campos. Arriba y abajo del cabildo, hay mujeres, pulpos y vendedores de empanadas que conviven con lejanos granaderos que ya parecen parte del decorado. Hay felicidad y sonrisas, aunque no es una fiesta, llueve. Las figuras recuerdan a las gentes del barrio, de sus barrios, pintadas en obras anteriores y ahora manifestándose en aquel lejano cabildo.
Rodriguez pintó estos cabildos mientras daba con imágenes de manifestaciones populares, cacerolazos, etc. Su serie de cabildos y próceres encuentra en esta obra su visión pop, un recordatorio del drama, pero también una mirada lejos de la crónica y cerca de nosotros.