Pasaron 29 abriles desde que un grupo de teatro independiente vislumbró una sala para contar con un espacio para exponer su producción en Mar del Plata. Camino a las tres décadas – contemporáneos a una época donde se impone el “sálvese quién pueda” – la sala radicada en Jujuy 2755 da testimonio de que la cooperación se vuelve palpable, que el arte es necesario y una oportunidad de proponer un escenario diferente.

La celebración inició con el cierre de una imponente temporada teatral, luego el equipo constitutivo de la sala copó la sala para “sumergirse” en una nueva producción. Claudia Balinotti junto a Emilia Parafioriti, Juan Carlos Ruiz, Mónica Juárez, Mónica Canesa, Mariano Tiribelli y Emilio Santana se embarcaron en un proceso creativo que necesita un dispositivo de gran complejidad: continúan la investigación escénica que iniciaron con la última versión de “Quién traerá el alba”, un teatro poético e inmersivo que incorpora proyecciones en todo el espacio, inteligencia artificial y robótica, pasan los ensayos y promete concluir con un nuevo espectáculo.

Llegó abril y con el caer de las hojas comenzaron los festejos por 29 años de trabajo independiente. Rompió el hielo “Potestad”, obra escrita originalmente por Eduardo “Tato” Pavolvsky (querido amigo de la casa que apoyó el proyecto y en 2004 presentó “Variaciones Meyerhold” en la anterior sede de El Galpón de las Artes y realizó una charla debate que se puede ver en YouTube). Una pieza políticamente necesaria, que en esta última versión con la dirección de Norman Briski genera un momento de reflexión sobre la fragilidad que ocultan los estatus sociales, las falsas certezas y el horror que se puede ocultar detrás de palabras elocuentes. La dramaturgia cobra mayor intensidad por el contexto cruento y más aún gracias a la interpretación de Eduardo Misch que encarna un personaje que de forma encantadora, cual serpiente, sumerge al espectador en la profundidad de un mal que sabe camuflarse y perpetuarse en la sociedad.

Nada es azaroso y menos en el teatro independiente, El Galpón de las Artes elige seguir tendiendo puentes a través del arte, a través de los encuentros y la mirada. Tomarse el tiempo, organizarse, reservar entradas y sentarse en la butaca para que se dé el convivio y la obra hará el resto. Nadie se va de la sala con la misma energía con la que llegó, algo aunque sea imperceptible -como es la respiración- mutó.

“Nuestro cumpleaños es así, es el lazo más hermoso que se ha construido con vecinos, compañeras, compañeros, compañeres es un regalo inmenso para 29 años de teatro independiente. Gracias por traerlo a Tato, por seguir manteniendo la amistad y gracias a ustedes por estar aquí porque han sido, son y seguirán siendo el mejor regalo para un teatro que abre las puertas desde lo comunitario, porque creemos que lo que está en el escenario habla por nosotros o nos habla en algún lugar para que sigamos caminando”, manifestó Claudia Balinotti.

Este sábado 26 de abril, los festejos culminarán con una nueva función de “El Naides”, unipersonal interpretado por Nacho Rey con la dirección de Javier Lester Abálsamo. La obra de circo – teatro acerca al público a un día de Tito, una persona que vive en la calle y que se las rebusca para comer, bailar, bañarse y olvidarse un momento de la cruda realidad. El artista circense comparte sus destrezas y genera un universo donde la imaginación es protagonista para el disfrute y reflexión de infancias como adultos. La función será a las 20 y las localidades se pueden reservar a través del siguiente enlace: https://galponartes.com/espectaculo/el-naides/

UN LEGADO CON HISTORIA

Claudia Balinotti, Mariano Tiribelli, Mónica Juárez conforman el tridente que gestiona desde los inicios El Galpón de las Artes, ubicado en Jujuy 2755. Si bien el espacio se inauguró en 1996 en Rivadavia y Jujuy (donde hoy funciona El Club del Teatro), después en plena crisis del 2001 tuvieron otra sede en Rawson y La Rioja hasta llegar al lugar propio en el 2009.

Reconocen que en este tiempo intentan encontrar el “equilibrio” para gestionar la sala y abocarse a sus producciones grupales. Es más, una de sus cualidades es ver una oportunidad en medio de crisis, tal es así que en plena pandemia de coronavirus se organizaron para hacer refacciones de infraestructura y la sala creció un 70%. Cada aporte económico y de herramientas se vislumbra desde el ingreso hasta la comodidad de la sala como espacio de creación.

Los inicios fueron como grupalidad teatral que siempre sintió la necesidad de contar con un espacio propio destinado a la producción de artes escénicas. A fuerza de perseverancia y trabajo paulatinamente creció la comunidad teatral que completa un círculo necesario para dar continuidad en el tiempo al proyecto.

En el recorrido hace dos décadas supieron tejer redes con espacios por fuera de Mar del Plata y así nació “Cruzando Fronteras”, fundada en conjunto a los grupos El Teatrito (Mérida, México) y La Vorágine (Tucumán, Argentina). En esta iniciativa hay grupos de Argentina, Chile, Brasil, Perú, Ecuador, entre otros. Gracias a esta experiencia eligieron sostener la sala Sin barreras de boletería para garantizar el acceso a la Cultura a todas las personas y así, a paso sostenido y con la convicción como en el primer día motorizan una sala teatral que apuesta por la exploración y el cuidado de las diferentes poéticas.
Un cumpleaños acompañado por nuevos deseos que serán parte de los 30 años de El Galpón de las Artes. Un jardín teatral que cobija esperanza.


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