Tres de los cinco policías imputados en el asesinato de Matías Paredes en el barrio Bosque Grande de Mar del Plata, declararon este sábado, mientras que los otros dos se negaron a hacerlo.

Sin embargo, todos continuarán detenidos, alojados en la Unidad Penal 44 de Batán, por orden del juez de Garantías, Juan Tapia.

Según trascendió, los efectivos Héctor Murray, Julio Rufino y Yancamil Masía dieron una versión que los eximía de responsabilidad. En tanto, Juan Molina y Emilio Flores se ampararon en su derecho constitucional y evitaron -por el momento- referirse al hecho.

Molina, quien habría efectuado el disparo que causó la muerte del joven, está acusado  por ‘homicidio doblemente agravado’, mientras que los otros policías figuran por ahora como ‘partícipes necesarios’, y ambos delitos se castigan con la misma pena de prisión perpetua.

Paredes, de 26 años, fue asesinado a balazos por los policías de civil, quienes lo persiguieron en vehículos carentes de identificación oficial.

El joven viajaba en un Fiat Palio con dos amigos: Emanuel Astete (25) y Cristian Pizarro Novas (27), mientras que los policías se desplazaban en un Volkswagen Bora y una camioneta Ford 
Escort.

Paredes recibió cuatro disparos, uno en la espalda, un roce en la cara, uno en el hombro derecho y otro en el brazo derecho y, a pesar de que se lo trasladó al Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA), falleció a causa de la gravedad de las lesiones producidas por los proyectiles.

Las cámaras de seguridad que están colocadas en las inmediaciones de Polonia y Fortunato de la Plaza tomaron videos que servirán para reconstruir el crimen del albañil y, de acuerdo a las imágenes, todo comenzó en la madrugada del viernes, cuando el auto en el que iban Paredes y sus amigos circulaba por Polonia y, a la altura de Tripulantes del Fournier, la Ford EcoSport se ubicó detrás.

Al llegar el rodado de los jóvenes al cruce de Polonia y Fortunato de la Plaza, el Volkswagen salió de una estación de servicios y cruzó su paso, tras lo cual, asustado por no saber quiénes ni por qué los interceptaban, según contarían luego los dos sobrevivientes, Astete decidió doblar hacia Goñi y al llegar a la 37 fue interceptado por un patrullero.

Mientras Astete y Pizarro Novas escaparon corriendo (el primero sufrió heridas de postas de goma en la espalda y debió ser hospitalizado), Paredes quedó en el asiento de atrás, tras haber 
recibido cuatro disparos, por lo cual sus allegados arribaron al lugar y lo trasladaron por sus propios medios al HIGA. (NA)


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