Un joven protagonizó esta semana un choque múltiple en el barrio La Perla y tras quedarse dormido, cuando le realizaron el test de alcoholemia el resultado fue negativo. Sin embargo, el conductor admitió encontrarse bajo los efectos de drogas.
El concejal Diego García (Unión por la Patria) se hizo eco de este hecho y presentó un proyecto de Ordenanza en el Concejo Deliberante para que el Ejecutivo incorpore narcotest a los controles de tránsito, con el objetivo de disuadir a los usuarios de conducir bajo los efectos de drogas psicoactivas.
«Es necesario que el municipio adopte medidas estratégicas de seguridad vial en un contexto en el que el turismo nocturno y el aumento de fiestas electrónicas viene en subida», argumentó.
Entre los considerandos, García señaló que, en 2023, la Dirección General de Tránsito, en conjunto con la Policía
Departamental, logró “casi 20 mil determinaciones en cuanto a controles de
alcoholemia”.
«Sin embargo, no tenemos información que indique que el Municipio cuenta con alguna herramienta que pueda medir la presencia de otras sustancias psicoactivas en el cuerpo», precisó.
El edil explicó que un test de estupefacientes, conocido coloquialmente como narcotest, tiene como fin evidenciar la presencia tanto de drogas ilegales (como cocaína, marihuana, éxtasis o el LSD), como de drogas legales que afectan al sistema nervioso central (como las benzodiazepinas y los opiáceos, sustancias presentes en algunos medicamentos cuya venta requiere prescripción médica bajo doble
receta archivada).
«Estas drogas afectan la coordinación, la velocidad de reacción, la visión y generan distorsión del espacio, tiempo y lugar», remarcó.
En cuanto al test se realiza con saliva, utilizando un casete de prueba que se
mantiene en la boca por unos minutos. Una vez recolectada la muestra de saliva
se inserta el casete en el analizador que detecta la presencia de las sustancias
mencionadas.