Por: Roberto Garrone

Como todo político local que apuesta a cultivar una buena relación con el gobierno central como estrategia de superviviencia en época de restricción presupuestaria por la caída en la recaudación de las tasas municipales, Guillermo Montenegro sobreactúa modales libertarios.

En este año de convivencia, al jefe comunal de Mar del Plata le ha tocado desempeñar distintos roles para agraciar al avance de la libertad. Ha sido el más duro entre los duros para negociar la paritaria con el Sindicato de Trabajadores Municipales y ha mirado para el costado ante el avance del gobierno central contra distintos sectores claves de la economía local.

En una conducta que roza la esquizofrenia, el gobierno municipal puso palos en la rueda para el avance de la exploración off shore pero luego se subió a la ola de la transformación que podría generar en la ciudad y la región la existencia de petróleo en la CAN 100 frente a 300 km de la costa marplatense.

Abraza el optimismo de la potencialidad que genera la explotación petrolera pero regala indiferencia ante el riesgo latente que atraviesa la pesca, el principal sector productivo de la ciudad.

Con la pesca, que es el tema que nos interesa, pero también con el turismo. Esta semana la administración Milei se llevó puesto los fines de semana turísticos al convertirlos en no laborables y los defensores del laburo, cuando se trata de habilitar food truck o promover ferias gastronómicas en patrimonios arquitectónicos nacionales, exhibieron un silencio ensordecedor.

Ese laburo, o su pérdida, no genera la mínima reacción municipal. Los que están en peligro y los que ya se perdieron como las más de 200 familias víctimas de la irresponsabilidad empresaria de “Estrella”, la coreana que implosionó Gaveteco, o tras a baja de persiana en el saladero Isola Verde.

Seamos claros en algo; la industria pesquera marplatense no espera que Montengro le despeje la incertidumbre que genera Sturzenegger, Pazo y López Cazorla a la hora de renovar el esquema de CITC de merluza hubbsi. Tampoco que se inmole frente al latigazo que anticiparon aplicar esta semana cuando aumenten el DUE.

A decir verdad, en los días convulsionados de enero, su papel tras la reunión junto con el gobernador Torres al ministro Guillermo Francos, provocó infartos masivos de Juan B Justo hacia el sur. “Ya está todo arreglado”, dijo el Intendente al término de la reunión cuando la batalla recién comenzaba y todavía querían vender la pesca al mejor postor.

Otro referente del rubro recordaba esta semana, no sin malicia, que el interés del Intendente por la problemática del puerto podíamos encontrarla en el representante del municipio en la silla del Consorcio Portuario. En su primera gestión la ocupó Pablo Ciceri, empleado de SPI. En la segunda, para empatar la puja de intereses, se la entregó a la Cámara de la Industria Naval. Una maravilla.

Como contribuyentes, vecinos de la ciudad, dadores de laburo, directo e indirecto, los empresarios de la pesca esperan un gesto. Que el Jefe político de la ciudad se ponga al frente del reclamo y defienda sus intereses. “Si esto estalla el que va a gobernar la ciudad en ruinas será él, no Milei ni Cazorla; debería prestar más atención”, le reclaman.

La semana pasada desde CEPA pidieron una reunión con Montenegro para reclamarle que tome un rol más protagónico en esta pelea que están dando contra el gobierno central. “Que deje de hacerse el boludo”, tradujeron en la mesa de un café en calle Olavarría.

La reunión fue el martes pero el Jefe Comunal, en otro gesto de confianza hacia el sector, se excusó por problemas de agenda. Sabiendo tal vez de antemano que Montenegro no participaría, Antonio Solimeno, el promotor del encuentro, también pegó el faltazo y mandó a su asesor letrado, Ottito Wöhler. Ottito porque es hijo de Otto, el titular de la DNI en INIDEP.

Fernando Muro recibió a Lisandro Bellarmini, el ideólogo junto con Agustín Ocampo de que la renovación de la cuota de merluza salía acompañada de una jugosa coima de 12 millones de dólares, Sebastián Agliano, de la flota costera, Domingo Contessi y Mariano González con intereses en UDIPA, Casella fue por Armadores y ALFA ni fue.

La estrategia que anunció el abogado de Solimeno, respaldado por Lisandro fue que la Municipalidad tenía que acompañar la carta documento que se le enviarían al Consejo Federal Pesquero para intimarlos a que procesa a aprobar la renovación de la cuota de merluza.

La iniciativa generó un pronto debate entre los presentes que dejó al descubierto las enormes grietas que existen en el sector pesquero. “Ojo que podemos ir por el Acta 15. Ahí dice que a la reunión siguiente se cuotificaba la merluza hubbsi y ya vamos por el Acta 22 y ni noticias”, avisó un dirigente cercano a las empresas integradas.

El resto de los presentes endilgó responsabilidades en el Presidente de ADPA por la realidad incierta que el regalan a la industria con su iniciativa coimera. Bellarmini alimentó el debate cuando le dijo al Secretario de la Producción que “el sector” le había presentado una propuesta a Juan Pazo para que el impacto de la suba del DUE sea menos doloroso.

«Hablá por vos, tu sector, las 7 empresas de ADPA, no por los 70 tenedores de cuota”, lo cruzó uno de los asistentes. Muro intentaba poner orden pero las discusiones subían de todo. Recién se calmaron cuando hubo puntos de concordia. Le avisaron al funcionario que sin renovación de la cuota era muy probable que la flota merlucera no saliera a pescar el 2 de enero del 2025.

Queda a la vista que la estrategia del gobierno para con la pesca es la misma desde que anunciaron el intento de renovar la ley. Hoy van por otros caminos. Pero también es tangible la falta de reflejos de algunos sectores de la industria para con los maltratos del gobierno central.

Creer que una carta documento puede torcer la voluntad de una gestión que los maltrató casi desde que entraron en funciones es de una ingenuidad pasmosa.

Es más probable que Bonicatto ponga en uso las 80 tablets que aportó la FAO para mejorar el control y la fiscalización en los muelles y que duermen en el mismo cajón donde figuran los barcos poteros que cumplieron con el reproceso de calamar en tierra que fija su permiso de pesca, que el Consejo se conmueva con una intimación judicial.

Después de tantos amagues, el lunes Montenegro le pondrá la oreja a la pesca. Es todo un interrogante con qué mensaje acompañará el epígrafe de la foto. Si es que lo comunican. Tal vez prefiera el silencio para no incomodar al universo libertario ahora que se cruzó con la izquierda y sumó un poroto.

El jueves debería cumplirse el sueño de Sturzenegger con el incremento del DUE. Más allá que nadie tiene idea de qué van a aprobar, los problemas que afectan a la flota fresquera de altura van mucho más allá de la recuotificación y la suba del derecho único de extracción. El derecho de asignación ya entra en un terreno que nadie quiere imaginar.

Hay toda una cadena productiva pescando sin rentabilidad, vendiendo su captura sin cubrir los costos operativos y frigoríficos en tierra exportando a valores inferiores al costo de producción. Hoy la incertidumbre de la renovación y el aumento del DUE son árboles que no dejan ver el bosque. Lo que sí puede verse es la especulación política de una gestión municipal que, cuando no les complicó el camino, los dejó solos.

Buen domingo


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