Por: Roberto Garrone

Cuando ya nada podía esperarse del gobierno nacional en su vínculo con la pesca, el modelo libertario insiste y se las ingenia para alimentar la defraudación colectiva en el sector.

Lo que era una certeza, lamentable pero despejada, como la prórroga del esquema de asignación de cuota de merluza hubbsi para el 2025 y volver a discutir el año próximo la recuotificación, el Subsecretario acepta imposiciones que abonan de incertidumbre los próximos 12 meses.

Semana a semana Juan Antonio López Cazorla revalida pergaminos como Subsecretario pintado al oleo. Días tras día sus jefes le aplican una pátina para reafirmar su ostracismo. La novedad encerrada en la última Acta del Consejo fue eso de “u otra alternativa a analizar”.

Esto vuelve a regar la idea original de Federico Sturzenegger de licitar las cuotas al mejor postor, cosa no contemplada en el régimen federal de cuotificación.

Distintas fuentes consultadas aseguraron que las últimas fueron horas difíciles para López Cazorla. Presión alta y mucho stress le generó el nuevo borrador para incrementar el DUE ya no el 2.5 del valor exportación sino del 3.5, proyecto del que nadie más tenía ni siquiera la plantilla Excel de la semana pasada.

La salud de López Cazorla se deteriora casi a la misma velocidad en que crece la bronca de los actores de la pesca por la realidad que les regala la gestión libertaria. El Subsecretario no está de acuerdo con la avanzada de “Toto” Caputo a través de Juan Pazo, el consejero de inasistencia perfecta, y Sturzenegger, y a todos les dice que si fuera por él, ya hubiese aprobado la renovación como hizo con la merluza negra, polaca y de cola.

“Entonces renunciá”, lo cruzó esta misma semana uno de los representantes provinciales del Consejo luego de escuchar su colección de tibias justificaciones para emitir el boleto de la pesca al “Festival de la Incertidumbre 2025”, ahí en Paseo Colón 922. La dignidad no formaría parte del vocabulario del Subsecretario.

A la incógnita jurídica y pérdida de competitividad en la producción las empresas pesqueras sumaron en estos días nuevas malas noticias: comenzaron a llegar multas por infracciones a la ley de pesca, sumarios iniciados tres años atrás en tiempos de Julián Suárez como director Nacional de Coordinación y Fiscalización Pesquera.

La lluvia de notificaciones que mandó Conrado Garzoli, del área de Coordinación de Análisis de Infracciones y Sanciones no discriminó flotas ni cámaras empresarias ni puertos. Costeros de Puerto Piojo, fresqueros y congeladores de Mar del Plata, costeros de Rawson y hasta barcos poteros.

Las multas son por distintas acciones antijurídicas: exceso de peso en los cajones de langostino, navegar a una velocidad mayor a la permitida en horario nocturno que presume tarea de pesca, diferencia en el peso de la carga y pescar en zona de veda.

Los montos son picantes. Cuentan que van desde los 10 millones, muchas de entre 20 y 40 millones y hasta de 200 millones, como el caso del «María Gracia”, de Tito Di Bonna. Al cierre de esta columna en Intercámaras preparaban una nota para pedirle al Subsecretario que suspenda el temporal de sumarios al menos por 90 días.

“Esperaron a que se actualice el valor de la UP para mandarlas; son confiscatorias”, se quejaban los armadores que hicieron fila esta semana para hablar con Alejandro Bonicatti. El ex cabo de la bonaerense que ocupa el cargo de Suárez aclaró las dudas. “Son anteriores a mi gestión”, se despegó.

El área sustantiva de sumarios en la nueva gestión solo tiene a “Pepino” Buono en la dirección de Administración Pesquera. Cecilia Moreno, quien oficia de directora de Control y Fiscalización no tiene firma. Es más fácil saber cuántos cajones de abadejo subdeclaró Baldino en las últimas 4 mareas con “El Marisco II” que conocer cuántos sumarios abrió Bonicatto desde que CEPA lo puso en el cargo.

Si hasta acá el gobierno exhibía para con la industria dosis gratis de ninguneo y descalificación… desde el “pescan gratis” al “son todos ladrones”, hay que sumar las amenazas al grupo. La amenaza de incrementar arbitrariamente el DUE ante cada sesión del Consejo, la amenaza de no renovar la CITC, la amenaza de licitar las cuotas, la amenaza de las multas millonarias a precio nuevo del gas oil.

Así como se plantó frente al intento entreguista que escondía el proyecto de reforma a la ley federal de pesca, el mundo pesca debería volver a ganar musculatura en la visibilidad del sector para detener esta nueva intentona de llevársela puesta. Queda claro que el gobierno no ha cambiado de idea. Solo de estrategias.

Buen domingo

Foto: Pescare


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