Por: Roberto Garrone
Desde las 0 horas de este domingo quedó abierta la temporada de langostino en aguas jurisdiccionales de Chubut luego de haberse completado la prospección el viernes, con mejores rindes al norte del 44°S y mejor tamaño que el “mezcladito” que apareció los dos días de pesca en la subárea sur.
Igual a tener mucho cuidado porque al norte la CPUE estuvo al límite para permitir la apertura. No debería sorprender a nadie si antes que termine noviembre la flota debe hacer una parada biológica a la espera que el marisco mejores algunos parámetros.
Cuando ni los más optimistas pensaban que podía resolverse tan rápido la puja salarial con el SOMU, un conflicto vigente durante 10 meses que había mutilado el normal desarrollo de la temporada pasada, la flota saldrá a pescar casi tres semanas antes que el año pasado y afloran nuevas incertidumbres.
Acordados los 1200 pesos por kilo de langostino para la marinería por toda la zafra, corrido Ramón Vera y designado Daniel Cisterna, alguien que también firmó el acuerdo con la patronal pero que le permitió a Raúl Durdos no salir tan mal parado en la foto, la discusión que brota ahora en la agenda de los armadores es el precio que pagan por la materia prima los frigoríficos en tierra.
2,15 dólares por kilo en banquina. Ese es el valor acordado entre las partes, al menos hasta el 31 de diciembre cuando las capturas se componen en un 80% de langostino grande. Posiblemente se mantenga en ese valor hasta fines de enero, cuando esas condiciones se mantienen.
“Es un precio hostil”, calificaron los armadores costeros que revisan los números y pese al acuerdo con la marinería aseguran que tendrán una pérdida de rentabilidad a partir del incremento en dólares del combustible, las artes de pesca y reparaciones.
Se quejan que durante la zafra en nación las plantas pagaron 2,10 a plazos más cortos cuando el rendimiento de la captura no es tan buena como la de provincia y que, pese a que la temperatura del agua ayuda, el pescado no llega tan bien trabajado a bordo.
“Los barcos de la flota amarilla nunca pierden pero este año los frigoríficos sí perderemos plata trabajando, sobre todo si hay mucho pescado chico en la segunda parte de la temporada”, respondió un industrial de Madryn. Aseguran que en verano la oferta es mucho mayor que en invierno donde la materia prima descomprime cuellos de botella viajando a Mar del Plata.
Con pescado grande el precio en muelle de Rawson se mantendrá y todos los eslabones gozarán de rentabilidad. Porque a 2,15 también le sirve a los frigoríficos. Si bien todavía hay stock del L1 de los tangoneros congeladores, pueden salir a competir con un precio más bajo y conservar cierto margen. Y el mercado externo demanda L2 entero que se agotó luego que lo rifaran algunos ansiosos al inicio de la zafra de nación.
El interrogante es saber hasta dónde bajará el marisco del sur cuando comience a aparecer pescado chico. Ni siquiera está claro cuánto se pagará la captura de la prospección donde predominó el L4. “Es igual al que apareció en algunas subáreas de nación pero sin embargo no bajaron el precio”, aseguran los armadores, que lamentan que la garantía del volumen haga perder de vista la calidad de la materia prima.
“Si aparece mucho pescado chico los frigoríficos tendremos que dejar de comprar”, avisan desde las plantas. “Hacer C2 a 2 dólares implica perder plata”, insisten los que revisaron la suba de costos de la estiba, el flete y el reajuste firmado con el STIA.
El dólar blend no mueve la ecuación comercial cuando con una brecha cambiaria más amplia los exportadores accedían a una diferencia compensadora. Hoy el tipo de cambio pasa de 1010 a 1030 pesos con el 20% de CCL. Lo mismo la subdeclaración de la venta para meter la diferencia por el dólar blue. “Se terminaron las ventas y no quedan más trampas”, reconocen en la intimidad de las reuniones de cámara.
En este contexto, la meritoria paz social lograda entre empresas y sindicatos, no parece alcanzar para que la regularidad de la zafra quede blindada a posibles interrupciones.
En Mar del Plata las interrupciones ocurren fuera de todo manual de procedimiento administrativo. Al cierre de esta columna “El Marisco II” seguía parado en muelle, sin despacho a la pesca aunque no haya ningún sumario abierto. Es tan grave traer 2500 cajones de abadejo sin declarar como que la autoridad de aplicación decida parar un barco solo apretando unos números en la pantalla de un celular para avisarle al armador.
La excusa a bordo para calmar la ansiedad de la tripulación era que la empresa se había quedado sin combustible. Hermosos. El buque de Pedro Baldino y Leandro Cicollela aguardaba la designación de un nuevo inspector a bordo para salir en los próximos días y la llegada de un nuevo capitán tras la salida del que fue a pescar abadejo casi que como pesca dirigida.
La novela del abadejo dejó al descubierto no solo la subdeclaración que reina en los muelles sino la falta de información científica suficiente para respaldar las medidas de manejo que se han tomado en los últimos años.
Se torna imprescindible que el INIDEP cumpla con el rol que le cabe como epicentro de la investigación pesquera pueda completar una campaña sobre el abadejo. Si lo hace todos los años con la vieira, una pesquería en la que operan 4 barcos, por qué no llevarla a cabo para saber más de un recurso que involucra a toda la flota fresquera de altura marplatense, como mínimo, porque también hay varios congeladores que pasan cerca de los pozos y su captura, aunque no aparezca en ningún video, también viola las normas establecidas y alimenta la caja del Distrito Pesca.
Son horas decisivas para la industria. Esta semana debería definirse la renovación de la asignación de casi 300 mil toneladas de merluza hubbsi a la flota pesquera.
Corrido Agustín Ocampo de las negociaciones, ADPA apostó por Dario Baroli como nexo con las empresas congeladoras a ver si lograban la unidad que permitiera destrabar el proceso/negocio.
Quienes conocen los entretelones de todos los movimientos gerenciales cuentan que el consultor estuvo esta semana en Mar del Plata donde habría conseguido el aval de Moscuzza y Solimeno para que el trámite salga aprobado esta semana en la reunión del Consejo.
El acuerdo establecía que el valor del DUE se incrementaría pero no como quería Sturzenegger sino sólo para multiplicar por 1.5 lo que recauda hoy el gobierno por ese concepto. Sería pasar de recaudar 1500 millones de pesos a 2250 millones a partir del incremento de especies puntuales.
Pero el viernes a la noche los mensajes que llegaron a la mesa chica de la Subsecretaría de Pesca dejaron de ser optimistas. Carlo Cantú, el ladero que tiene López Cazorla como representante de Tierra del Fuego en el Consejo, era el portavoz del desconsuelo. Alguno de los tres aportantes se habría arrepentido otra vez, con lo cual no quedaba más remedio que prorrogar las CITC por el 2025.
Habrá que esperar las próximas horas para saber de qué lado cayó la moneda.
Buen domingo