En el marco de la mesa de trabajo propuesta por el Frente Renovador (FR), la Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMDP) se hizo presente en el recinto de Sesiones del Concejo Deliberante con sus autoridades, decanos, centros de estudiantes y representantes gremiales que se expresaron luego de la confirmación del veto al presupuesto universitario.
Además, participaron concejales de Unión Por la Patria (UP), Acción Marplatense (AM) y de la Unión Cívica Radical (UCR) así como también el diputado provincial, Gustavo Pulti.
Por parte de la UNMDP estuvieron en la mesa principal el Rector, Alfredo Lazzeretti; la Vicerrectora, Silvia Berardo; y los decanos Francisco Olivo, Enrique Andriotti Romanin, Juan Pablo Issel, Guillermo Lorenzo y Miguel Mariano Pereyra. También acompañaron los Secretarios Daniel Reynoso, Daniel Lombera, Diego Rodríguez, Alberto Rodríguez y Alejandro Arcamone.
Tras la apertura de la sesión por parte de la presidenta del Honorable Concejo Deliberante (HCD), Marina Sánchez Herrero, la palabra pasó en poder del concejal Ariel Ciano quien fue el que propulsor de esta idea. «Estamos aquí tratando que esta caja de resonancia que es el Concejo Deliberante suene fuerte, no solo en la comunidad universitaria, que todos entendemos el valor que tiene, sino también por fuera como pasó en las marchas de abril y octubre donde nos encontramos con mucha gente que, por supuesto, tiene vínculo en la universidad porque todos tenemos vínculo más allá de haber estudiado o no», comentó.
Además, el concejal del FR remarcó la importancia de la lucha en un contexto donde parecía que ciertas discusiones estaban superadas. «No creíamos que teníamos que reunirnos para defender la Universidad Pública, que es nuestro patrimonio y orgullo, que lo fue, lo es y, si trabajamos juntos, lo seguirá siendo. No solo porque de allí salieron nuestros Premios Nobel sino porque es la que igual oportunidades».
El que prosiguió fue Lazzeretti que, tras agradecer a las autoridades municipales por su preocupación por la situación que atraviesa la Universidad, se refirió a la importancia de la existencia de estas casas de estudios superiores a nivel social y territorial.
«No es casualidad que las ciudades de las provincias importantes también quieran tener o universidades o sedes de la Universidad y esto es porque tiene un impacto extremadamente positivo y transformador en cada una de las comunidades en la que se asientan. Estas universidades en cada comunidad en la que están forman profesionales, producen conocimientos, tienen un alto compromiso social, generan transferencia de tecnología al mundo del trabajo y producción y están en contacto permanentemente con la comunidad. Por eso son instituciones que, decididamente, contribuyen al progreso al progreso social», remarcó.
Asimismo, el Rector se refirió a lo que representa el sistema universitario público en el país y dejó entrever por qué el gobierno nacional pretende desfinanciarlo.
«Hoy en Argentina los graduados universitarios están en torno al 13 y 15% de la población. Hay países en el mundo que se plantean llegar al 50% como una necesidad fundamental-. Entonces la mentalidad lógica razonable debería ser ver cómo hacemos que más estudiantes lleguen a las universidades. En Argentina, el sistema público alberga al 80% de los estudiantes universitarios. Evidentemente, hay mentes que creen que la educación no debe ser un derecho, sino que debe ser una mercancía y saben que hay un negocio que está obturado porque existe la universidad pública», argumentó.
La palabra de los Decanos
En este recorrido, Guillermo Lorenzo, de la Facultad de Derecho, inició destacando el rol que ocupa las universidades en la identidad argentina. «Tenemos que entender a la universidad pública como algo que está en nuestro ADN. Entonces qué mejor lugar que este para demostrar que en algunas cuestiones esenciales podemos estar, por lo menos mayoritariamente, atrás de determinadas cosas que se hicieron bien en el país. Quién en su familia no recuerda a sus abuelos o sus padres que se se realizaban a través de nosotros con nuestros estudios universitario. Era mucho más que obtener un título profesional, era una formación, un lugar donde uno encontraba amigos, definía su ideología, su personalidad y una profesión».
Juan Pablo Issel, en representación de Psicología, también tuvo su participación e invitó a la reflexión sobre lo que está sucediendo. «La gran pregunta es porque estamos discutiendo la existencia de de la Universidad, de algo que funciona, de algo que todos valoramos, de algo que, como bien dijo el rector, siempre está encabezando la lista de confianza por parte de la población. Casi nadie piensa que el Estado tiene que desaparecer. No dejemos que las diferencias que tenemos se lleve puesto algo que cuesta mucho trabajo construir. El corte que produjo la Dictadura en el desarrollo de la carrera de Psicología nunca más se recuperó. Seamos responsables. Tenemos un acuerdo sobre esto y tenemos que hacerlo valer».
La ronda prosiguió con Miguel Mariano Pereyra, quien sostuvo que: «Acá claramente estamos analizando un presente, pero que tiene mucha importancia e influencia en el futuro del país. El rector fue bastante gráfico cuando dijo que quienes defendían el veto se cuidaban de no hablar mal de la universidad, porque todo esto que se viene diciendo es tal cual la sociedad defiende y reconoce el prestigio de la Universidad».
Por último, Enrique Andriotti Romanin, de Humanidades, destacó que pese a la decisión de la Cámara de Diputados, el movimiento estudiantil comenzó a tomar fuerza como ha hecho en otros momentos de la historia.
«Ayer los vimos movilizarse, recorrer los pasillos de la universidad junto con los docentes que estaban ahí, con trabajadores. Y para mí eso es importante porque nos muestra que esto que transitamos ayer es solo un momento en una larga pelea. Estamos ante un gobierno que nos tiene enemigos. Creen que se están metiendo con algo que realmente no entienden me parece que no entienden porque no se dan cuenta que esto no es un problema de genética, es un problema de tramas y de corazón. La universidad es una trama en la que estamos en la cual muchos habitamos desde hace bastante tiempo, pero qué es lo que le ocurre también a nuestros vecinos y vecinas», concluyó.