La Comisión de Obras del Concejo Deliberante aprobó, por mayoría, el proyecto de Ordenanza que autoriza el permiso de uso y ocupación con carácter precario a la Asociación Vecinal de Fomento Faro Norte, de una parte de la parcela de dominio fiscal municipal, ubicada en el barrio Faro Norte, integrante del denominado Paseo Costanero Sur Doctor Umberto Illia, de General Pueyrredon.
Presidida por Angélica González, la reunión de la Comisión de Obras y Planeamiento contó con la presencia de representantes de organismos de derechos humanos que expresaron su total rechazo a esa iniciativa, ya que se trata de un lugar que fuera parte del centro clandestino de detención Ex ESIM durante la última dictadura militar en nuestro país.
La intención del oficialismo es permitir, a través de la cesión de este espacio, la instalación de un emprendimiento comercial de una destilería de gin de Mar del Plata.
El proyecto aprobado por los ediles oficialistas (Vamos Juntos, la UCR y la Coalición Cívica) y el voto negativo de los restantes bloques, cuenta con informes favorables de Legal y Técnica, Participación Ciudadana y Dirección de Asuntos de la Comunidad.
El expediente fue aprobado por mayoría y pasó a la Comisión de Legislación, Interpretación y Reglamento. Participaron del debate varios de los concejales miembros.
Hace dos años, el gobierno de Guillermo Montenegro intentó avanzar con una propuesta en el Concejo Deliberante, para autorizar la instalación de un bar de la firma Restinga en el predio lindero al Espacio de Memoria del Faro.
El gobierno municipal priorizó esa inversión por sobre una educativa y sociocomunitaria de la Universidad Nacional de Mar del Plata.
Días atrás, a través de un comunicado, los organismos de DDHH expresaron que este espacio, que fue testigo de la violación sistemática de los derechos humanos, la tortura, la desaparición forzada y el asesinato de cientos de personas, «debe ser preservado como un sitio de memoria, reflexión y homenaje a las víctimas, o reconvertido en un predio para la promoción de los derechos humanos de las nuevas generaciones«.
«Transformar un sitio de tan alto significado histórico y dolor en un establecimiento comercial dedicado al ocio y la diversión es una afrenta a la memoria de aquellos que sufrieron y perdieron sus vidas allí. Es una falta de sensibilidad y consideración que atenta contra los principios fundamentales de derechos humanos y contra el deber de preservar la memoria colectiva«, remarcaron.