Por: Roberto Garrone
La asignación de 3500 toneladas de langostino a Rio Negro en carácter de cuota social para hacer frente a la emergencia pesquera que atraviesa la provincia, exhibe la primera señal del gobierno libertario en la utilización de los recursos naturales como moneda de cambio, en este caso, por los votos para aprobar la Ley Bases.
El caso TAI AN, la pesca dirigida a juveniles de merluza, sin cuota asignada siquiera para pescar ejemplares adultos y la posterior benevolencia a la hora de una sanción que de ejemplar no tuvo nada, mostró una gestión pesquera que blinda de impunidad a los amigos de la casa, como lo es Liu Zhijiang, el propietario de Prodesur, de Juan Antonio López Cazorla, el primero que aceptó el convite para ser Subsecretario de Pesca.
Esta semana asumirá Federico Sturzenegger y el autor intelectual de la reforma a la ley de pesca que se bajó del Ómnibus por obra y gracia de la presión que supo ejercer el sector, volverá a la carga desde su puesto ministerial para monetizar los recursos pesqueros y fomentar la licitación internacional de las especies cuya cuotificación vencen el 31 de diciembre próximo.
La asignación arbitraria, sorpresiva e inconsulta al INIDEP de las toneladas de langostino a Rio Negro parecen un premio excesivo para una administración provincial que nunca cuidó sus recursos pesqueros dentro del Golfo San Matías y arrastra una emergencia cuyo fiel exponente es San Antonio Oeste, un puerto casi fantasma.
No hay industria instalada capaz de reprocesar esa cantidad de marisco, ni barcos operativos suficientes para poder pescarlo y descargarlo en los puertos provinciales. La siempre buena excusa del “interés social” será la herramienta para que nuevos barcos sin permiso para pescar langostino lo hagan y siga creciendo el esfuerzo pesquero.
El Acta 9 del CFP señala que la cuota es transitoria. En el particular lenguaje de la industria, significa para siempre.
Es evidente que es más fácil repartir langostino como caramelos que realizar las obras de infraestructura portuaria que hacen falta como balizamiento y refacciones en el muelle para garantizar la integridad física de los trabajadores y una descarga sin riesgo de derrumbes.
Hasta el último reporte solo quedaban dos plantas funcionando en el puerto. El riesgo de que buena parte de esa captura termine alimentando las plantas de Puerto Madryn y/o Mar del Plata ante la imposibilidad de reprocesar semejante cantidad de langostino en apenas 3 meses de temporada es más alta que las autorizaciones para pescarlo alimenten la caja de la política provincial.
Antes de ser director de Compensaciones de ONCCA, donde llegó a manejar un fondo de 3.600 millones de pesos, Sergio Paleo fue abogado de Capemar, una cámara que agrupaba a cooperativas del pescado de dudosa legalidad.
Daniel Tunoni, referente del movimiento cooperativo en Capemar, expuso que Paleo le pidió un listado de monotributistas para otorgarles subsidios no reembolsables a través del ONCCA. Las vueltas de la vida y los misterios de la política llevaron a Sergio Paleo al sillón de Rio Negro en el Consejo Federal Pesquero
¿A cuánto cotizará cada tonelada de la cuota social de langostino que recibió Rio Negro? ¿Valdrá lo mismo que las 5 mil del Fondo de Asignación para el Fomento Productivo repartido el año pasado? Lo sabremos próximamente porque el reparto es inminente?.
Del otro lado de la moneda, la zafra de corvina en la Bahía de Samborombon, aguas interiores del Rio de la Plata, la administración bonaerense, por acción u omisión, también promueve la sobrepesca de la corvina, el principal recurso del variado costero bonaerense.
Los desembarques de corvina crecieron hasta la semana pasada 48% y alcanzaron las 11.559 toneladas. Se debe principalmente a que desde principios de año los barcos argentinos operan en soledad dentro de la zona común de pesca a partir de un conflicto que mantiene atornillada al muelle a sus pares de flota uruguaya.
El riesgo de sobrepesca en la pesquería de corvina ya aparece en documentos científicos. Integrantes del Proyecto Variado Costero del INIDEP elaboraron un Informe Técnico en que presentaron la evaluación del estado poblacional de la corvina rubia entre el 34°S y 39°S y brindaron recomendaciones de manejo para el presente año.
Entre esas recomendaciones los investigadores advierten sobre la necesidad de limitar el esfuerzo pesquero dentro de la Bahía de Samborombón para evitar la sobrepesca de crecimiento debido al incremento de la flota artesanal y de pequeña escala que opera sobre ejemplares juveniles.
Esa flota se compone básicamente de truckers y gomones que operan en puertos absolutamente clandestinos que afloran en campos con costa a la Bahía desde Atalaya hacia el sur. Entre la pesca de subsistencia y la comercial encubierta, amparados por municipios que promueven la actividad para bajar el desempleo, parecen funcionan ajenos a todos los organismos de control.
Lo reconoció Ezequiel Trama, referente de los pescadores de General Lavalle, a quien el director de Pesca Provincial, Matias Nicolossi, le ha prometido ejercer un control que todavía brilla por su ausencia. Hay dos rutas, la 2 y la 11, donde esa pesca se hace visible. Muchos eligen mirar para otro lado.
Hasta el 2019 hubo 109 autorizaciones de pesca artesanal fluvial y costera, otorgadas por la Provincia de Buenos Aires para operar en aguas interiores del Rio de la Plata. Para el 2021, ya en gestión Axel, esas autorizaciones crecieron a 227.
Los investigadores del INIDEP entre sus últimas recomendaciones sobre la corvina apuntan a abordar la problemática de la subdeclaración de desembarques. Las descargas “oficiales” todavía están lejos de las 21 mil toneladas establecidas como captura máxima para el 2024. Hoy nadie sabe exactamente cuántos son y qué poder de captura tiene esa flota invisible.
Buen domingo.
Buen domingo.