Desde la medianoche de este sábado 1 de junio, el precio de los combustibles volvió a subir en todo el país, marcando el sexto ajuste del año. En promedio, la suba es de alrededor del 4 por ciento.
Esto se debe, en parte, a la actualización de los impuestos a los combustibles, así como a la decisión de las petroleras de no perder rentabilidad frente a la depreciación del peso.
Con este ajuste, los combustibles ya subieron un 62 por ciento en lo que va del año, pero desde noviembre del año pasado, los incrementos acumulados alcanzan el 262 por ciento.
Desde el sector petrolero advirtieron que los precios todavía están retrasados, pero admiten que deben aflojar los ajustes por la fuerte caída en el consumo, en medio del escenario recesivo.
Desde diciembre, las ventas de combustibles cayeron 17 por ciento, según cálculos de los estacioneros. Además, se desplomó fuerte el consumo de nafta premium, ya que las ventas cayeron 22,6.
Con estos aumentos, el precio de la nafta y el gasoil en la Argentina se equiparó al valor de los países vecinos, lo que hizo menos conveniente para los extranjeros cargar combustible en el mercado local