Por si fuera poco con lo sufrido hasta ahora, el poder adquisitivo volverá a tener un duro golpe en junio, cuando se producirán aumentos de combustibles y de la mayoría de los servicios.

Los incrementos alcanzarán a las naftas: tarifas de luz y gas, peajes, subtes, alquileres, telefonía celular y TV por cable. 

Para la clase media alta el impacto no se agotará ahí, ya que también subirán los salarios de las empleadas de casas particulares, un 7%.

Las expensas también sufrirán un nuevo ajuste, con las subas previstas para los encargados, además de las tarifas.

Semejante catarata de incrementos promete meter presión sobre el costo de vida, que se viene desacelerando y cerraría mayo en niveles del 5%, según consultoras privadas. La intención del Gobierno es mantenerlo en ese nivel los próximos meses, pero promete ser complicado.

En el caso de las naftas, este sábado se aplicará una nueva suba de los combustibles, luego de que el Gobierno desdobló la actualización de impuestos a los combustibles líquidos (ICL) y al dióxido de carbono (IDC). Será del 1,2% en junio y del mismo nivel en julio. A esto se sumarán seguramente ajuste que aplicarán las petroleras para mantener su rentabilidad.

Otro ajuste de alto impacto será en las tarifas de luz y gas, aunque será menor a lo previsto inicialmente por el Gobierno, para no resentir la inflación.

Se prevé que el mayor impacto será sólo los hogares de clase media.

La inflación acumulada en los últimos doce meses además influirá sobre la renovación de alquileres, ya que el Índice de Contratos de Locación (ICL) arrojó 233,7% para junio.

También habrá subas por encima de la inflación en las cuotas de colegios privados: los porteños subirán 6,6% y los bonaerenses 7,5%. En algunos casos las cuotas superarán los 150 mil pesos.

En medio de loso ajustes de tarifas de servicios, la telefonía celular y la TV por cable registrará aumentos de entre el 8 y el 20%. (NA)


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