Venía para dar la pelea hasta el final y subirse al escalón más alto del podio pero los deportes en equipo -y el automovilismo lo es, también- tienen este tipo de cosas: la falla entre los asistentes en el pit cambiaron el curso de la competencia, y Marcos Siebert sumó puntos para el calendario de la GT Open International, pero de ir por el triunfo tuvo que conformarse con el sexto lugar.
Todo ocurrió en la carrera de Spa en Bélgica, por la tercera ronda del calendario de la categoría más importante que se corre en Europa entre los autos de gran turismo y cuando dos asistentes tuvieron una falta de coordinación fundamental mientras se producía el repostaje de combustible y el cambio de piloto.
Resultó que quien estaba encargado de dar la señal de vuelta a pista no advirtió que todavía estaban con la carga de gasolina, y quien tenía la manguera tampoco entendió que le estaban dando salida a Marcos. Esa descoordinación los retuvo más segundos en la zona de boxes y provocó que el regreso a pista sea en la séptima plaza en medio de un pelotón que se había alejado del líder.
Siebert recuperó posición pero la diferencia de tiempo con la punta fue demasiado como para recortar segundos, en los apenas 35 minutos que restaban de competencia. A pesar de todo eso el marplatense sumó puntaje para mantenerse en el tercer lugar de la clasificación anual, con 44 puntos a 9 del líder, brecha que se irá achicando con las próximas competencias.
Para el análisis final solo resta evaluar lo ocurrido, mejorar la atención en un momento clave de la carrera como es la zona de pits y rescatar lo positivo, que es el muy buen funcionamiento del Mercedes Benz AMG GT3 del equipo Mercedes Team Motopark.
La próxima carrra será la ronda 4, casi dentro de un mes, en Hungaroring un circuito automovilístico situado en Mogyoród, Hungría, el 23 de junio.