(Por Natalia Duhalde) En el marco de la celebración por el 150º aniversario de Mar del Plata, y camino a festejar el próximo miércoles sus propios 120 años, el Torreón del Monje, uno de los íconos de esa ciudad de la costa atlántica bonaerense, lleva a cabo una muestra audiovisual, de vehículos y cartas con entrada libre y gratuita para locales y turistas.
En una celebración que honra su legado, ese distinguido lugar, construído en 1904 sobre las rocas de Punta Piedras, abre sus puertas para presentar una muestra audiovisual que recorre su rica historia y comparte con el público la magia de sus vivencias a lo largo de las décadas.
Rodolfo Parato, el director de este emblemático sitio marplatense, contó a Télam que «hasta el próximo lunes tanto marplatenses, turistas y visitantes podrán visitar de manera libre y gratuita la muestra, que rememora los momentos más destacados que han dejado una huella imborrable en la historia de Mar del Plata».
«Cuando pensamos en esta idea, fue en el marco de idear celebraciones, festejos, encuentros por los 150 años de Mar del Plata y los 120 años del Torreón del Monje, que se cumplen el 28 de este mes», señaló el empresario, quien agregó que la muestra «ofrece una experiencia inmersiva que permite a los visitantes recorrer la evolución del Torreón y su estrecha relación con la ciudad a lo largo del tiempo».
La exposición fue titulada «120×150» porque, agregó Parato, «cuenta con doce pantallas que muestran imágenes y videos que narran la historia del Torreón y su impacto en la comunidad marplatense».
«Desde eventos culturales y sociales hasta visitas presidenciales y momentos deportivos históricos, la muestra ofrece una visión completa de los 120 años de vida del Torreón, destacando su papel como protagonista en la ciudad». evaluó.
Además de la exposición audiovisual, la muestra cuenta con una pieza física única: la Ferrari con la que corrió Juan Manuel Fangio en el circuito de Mar del Plata en 1947.
«Esta pieza, generosamente cedida por la Fundación Fangio, añade un elemento adicional de interés para los visitantes y resalta la importancia del Torreón como parte integral del patrimonio histórico marplatense», enfatizó Parato.
«La idea es que quien esté en Mar del Plata pueda venir, que lo pueda disfrutar, y que todos podamos ser parte de esta celebración por los 120 años del Torreón y los 150 de Mar del Plata», indicó Parato.
«El próximo miércoles ofreceremos un cóctel de camaradería a destacadas autoridades, famosos y periodistas de la ciudad con el fin de festejar estos primeros 120 años de este espacio», dijo el titular del Torreón del Monje.
Además, quien se acerque «podrá disfrutar de la exposición ‘Mar de Cartas’, que es una muestra epistolar sobre la historia e identidad de Mar del Plata, montada en el salón histórico del Torreón con una exhibición especial con 120 cartas originales representativas sobre la Mar del Plata de todos los tiempos», contó Parato.
La muestra también incluye un sector con un recorrido histórico de sellos filatélicos, objetos emblemáticos que cuentan la transformación de la correspondencia y grandes historias marplatenses en el puño y la voz de sus protagonistas».
Fue Ernesto Tornquist, estanciero, miembro de la élite europea y benefactor de la ciudad, quien encargó la construcción de un mirador de estilo medieval, recordando a las antiguas fortalezas o castillos del viejo continente, al arquitecto alemán Karl Nordmann. Llamada primero Torre Belvedere, el actual Torreón del Monje fue donado con posterioridad por Tornquist a la ciudad.
En esos tiempos, quedaba en uno de los extremos de la pequeña ciudad, llegando por camino de tierra, y no existía el Paseo Jesús de Galíndez, que actualmente recorre la costa bajo la barranca rocosa.
Este icónico mirador fue ampliado en 1927: sumó una amplia terraza con vista al mar, inaugurada en 1929 con los diseños de los prestigiosos arquitectos Eduardo Lanús y Federico Woodgate. Allí se alojó el Pigeon Club, dónde se practicaba el «tiro a la paloma», deporte aristocrático en boga en la época.
Ya como Torreón del Monje en la década de 1940 pasó a ser la sede del Círculo de Oficiales de la Marina hasta finales de la década de 1960.
Desde entonces permaneció cerrado por más de 10 años, por lo cual sufrió un deterioro en su estructura de tal magnitud que se debía demoler gran parte de la construcción.
A partir de 1979 un empresario marplatense, Domingo Parato, comenzó a trabajar en la puesta en valor de la unidad, convirtiendo al Torreón del Monje en una de las postales de Mar del Plata y recuperando los enormes valores patrimoniales del conjunto arquitectónico. (Télam)