Se trata de un diente curvado junto a otros huesos pertenecientes a un animal nativo sudamericano, similar en aspecto a los hipopótamos y que podía medir unos 3.5 metros de largo y 1.60 de alto. A raíz del hallazgo, el joven fue nombrado protector del patrimonio paleontológico de General Pueyrredon.
Samuel y Andrés, su papá, suelen caminar por las barrancas y las restingas del norte de Mar del Plata. Durante una de estas salidas, Samuel encontró un gran diente curvado junto a otros huesos.
Luego de contactarse con el equipo de Paleontología del Museo Lorenzo Scaglia, le confirmaron que se trataba de los restos fósiles de un ungulado nativo sudamericano, un notoungulado conocido como Toxodon.
Estos animales eran de gran tamaño, con unos 3.5 metros de largo y 1.60 de alto, y aspecto y forma de vida similares a los actuales hipopótamos. Estos animales herbívoros con dientes de crecimiento continuo y de aspecto muy robusto llegaban a pesar entre dos y tres toneladas; además, formaban parte de la megafauna junto con los gliptodontes, elegantes y perezosos terrestres gigantes.
Matías Taglioretti, Paleontólogo del Museo de Ciencias Naturales, agregó que “a estos niveles geológicos es difícil encontrar fósiles y aún más difícil es rescatarlos, ya que depende del clima y bajamares excepcionales”. Los equipos esperaron más de un mes a que se dieran nuevamente las condiciones para realizar el rescate paleontológico y lograron recuperar dientes, costillas, partes del fémur y el húmero de este animal.
Desde el área de Paleontología del Museo Scaglia precisaron que el hallazgo es de gran importancia ya que estos niveles en la base del acantilado están frecuentemente sepultados por arena y/o invertebrados marinos.
Gracias al hallazgo de Samuel, se agregó una nueva página a la historia natural de Mar del Plata, razón por la cual fue nombrado como nuevo protector del patrimonio Paleontológico de General Pueyrredon.
Acerca del hallazgo, Samuel explicó: “salimos de casa, fuimos a caminar por la costa. Cómo está el mar bajo, vamos por las piedras a ver si encontramos algo. Miramos para abajo y vimos una figura blanca. Nos acercamos, no sabíamos qué era. Vimos bien y parecía un colmillo, ahí me comuniqué con el paleontólogo y lo fueron a buscar. Me explicaron cómo era el animal, como vivía. No se encuentran tanto de eso por acá”.